Redacción El Piñero | Corresponsalía
Las autoridades federales han incautado más de un millón y medio de litros de hidrocarburo en dos plantas ubicadas en Moloacán y Las Vigas, las cuales funcionaban abiertamente como centros de acopio y procesamiento de residuos peligrosos.
Y es que a diferencia de instalaciones clandestinas, ambas plantas contaban con infraestructura operativa completa y permisos ambientales vigentes, habiendo sido inspeccionadas por diversas entidades, incluida Profepa y el Ejército Mexicano.
Un reciente reportaje de Proceso (Edición 0026. Agosto 2025) señala que las empresas detrás de estas instalaciones, Petrosoluciones del Sureste y Energía Ecorenovable, están registradas legalmente y tienen operaciones en varios estados, lo que sugiere un funcionamiento empresarial consolidado.
Cabe recordar que el operativo realizado el 8 de julio en Las Vigas resultó en la incautación de 933 mil litros de hidrocarburo ilegal y 64 carrotanques, aunque no se registraron detenidos durante la acción.
La planta está estratégicamente situada cerca de importantes vías de transporte, lo que plantea preguntas sobre la vigilancia y control de estas operaciones.
El informe destaca que el robo de combustible ha evolucionado de ser un fenómeno de “huachicoleros” a un sistema más sofisticado, respaldado por estructuras empresariales y complicidades institucionales, revelando la complejidad del problema del tráfico de hidrocarburos en el país.