➡️ Su cadáver, en avanzado estado de descomposición, apareció en un terreno baldío con huellas de violencia sexual y lesiones en el cuello.
➡️ Las autoridades municipales han negado un pronunciamiento público de justicia; ni el pésame ni ayuda
Eugenio GONZÁLEZ | El Piñero
Cuenca del Papaloapan. — Oaxaca vuelve a estremecerse por un crimen que exhibe, sin tapujos, el abandono y la indiferencia de las autoridades frente a la violencia contra mujeres y niñas.
En Acatlán de Pérez Figueroa, municipio de la zona cañera de Oaxaca, gobernado por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fue hallado el cuerpo sin vida de Paty Oporto Morales, una adolescente de apenas 14 años, con discapacidad y en situación de vulnerabilidad, que dependía de su abuela para sobrevivir. Su cadáver, en avanzado estado de descomposición, apareció en un terreno baldío con huellas de violencia sexual y lesiones en el cuello, según pobladores que presenciaron el hallazgo.
Paty no era una desconocida, salía a vender tepejilotes o lo que pudiera para ayudar en casa. Una joven inocente, trabajadora y sin maldad alguna, que hoy se convierte en el rostro más doloroso de un municipio donde —como denuncian los propios vecinos— “no hay justicia, y menos para quienes no tienen recursos”.
La noticia corrió como pólvora y desató un grito colectivo en redes sociales: #JusticiaParaPaty. No solo se exige el esclarecimiento del feminicidio, también se denuncia que “muchos en el pueblo saben quiénes son los responsables”, pero el miedo y la desconfianza en las instituciones mantienen al pueblo cañero atrapado en el silencio.
En Acatlán, la indignación se respira en cada esquina. “Hoy fue ella, mañana puede ser cualquier otra niña”, reclaman pobladores que piden la intervención urgente del gobierno estatal y de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, para que el caso no quede en el archivo muerto.
Paty no volverá. Pero su nombre se convierte en bandera. La exigencia es clara, la justicia no puede seguir siendo un privilegio para unos cuantos mientras los monstruos caminan libres por las calles.