De la corresponsalía
Oaxaca, México.- Profesionistas y empresarios del Istmo de Tehuantepec coincidieron que las autoridades municipales que iniciarán funciones a partir del 1 de enero de 2019, tienen como principales retos el implementar acciones eficaces de combate frontal a la inseguridad y atender los trabajos de reconstrucción en la región, por ser problemáticas graves que afectan a cientos de familias y requieren un alto nivel de prioridad en sus gobiernos.
Tan sólo Juchitán de Zaragoza figura entre los 10 municipios más peligrosos del país, con una tasa de 95.1 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) por lo que el sector productivo y empresarial del Istmo urgió a las autoridades brindar una atención especial a los casos de homicidios violentos que suceden a cualquier hora y cualquier parte de esta población.
Asimismo lamentaron que tanto empresarios, comerciantes y prestadores de servicios no hayan sido incluidos en algún programa de apoyo del gobierno federal para la demolición de los inmuebles y locales comerciales que fueron afectados por los sismos de septiembre del año pasado.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Juchitán, Juan Gilberto Prado, señaló ante medios de comunicación que la ciudadanía no puede seguir observando los asesinatos como algo ordinario en las colonias populares del Istmo, por lo que las nuevas autoridades no pueden sobrellevar la problemática, sino enfrentarla con todo el peso de la ley.
Explicó que la violencia ha llegado a tal grado que la ciudadanía que resulta afectada por agresiones y homicidios no espera a que las autoridades ministeriales acordonen el área de los hechos ni realicen el levantamiento de los fallecidos, pues los familiares de las víctimas acuden a retirar los cuerpos, entorpeciendo aun más las investigaciones.
Todo ese ambiente genera en el sector empresarial una percepción de que los niveles de inseguridad y violencia han rebasado a los gobiernos estatal y federal, pese a desde principios de junio se implementó el operativo denominado Fuerza Especial de Seguridad Oaxaca donde se incorporaron al menos 500 elementos de todas las fuerzas federales y estatales, así como al Ejército y la Marina, para constituir una base de operaciones mixtas de manera permanente en el Istmo de Tehuantepec los cuales han dado nulos resultados.
Por su parte, el presidente de la asociación de Profesionistas y Empresarios del Istmo (Proempi), Juan González Davar lamentó que por omisiones de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), el municipio de Juchitán de Zaragoza quedó fuera del Programa del Fortalecimiento de la Seguridad (Fortaseg) dado que 400 agentes, que vigilan la ciudad en dos turnos son insuficientes y al carecer de ese subsidio, la autoridad ha tenido que dotar de patrullas a la corporación para hacer frente a la situación.
Coincidió que la incertidumbre y el terror que causan los diversos grupos delictivos alejan a los inversionistas y desalienta la productividad, por lo que dijo, las nuevas autoridades tendrán el reto de capacitar constantemente a los elementos policiacos e intensificar labores de gestión para lograr más recursos económicos para la atención del rubro y pidió que el operativo que implementó el gobierno del estado no se limite a los tiempos electorales sino sea de forma permanente.
Paralelamente los representantes de la iniciativa privada, hicieron un llamado a las nuevas autoridades a conformar un plan integral encaminado a garantizar el avance en la reconstrucción y con ello la reactivación económica del Istmo de Tehuantepec.
Mencionaron que el sismo del año pasado afectó a edificios comerciales, hoteles restaurantes y sobre todo, micro y pequeñas empresas, las cuales registraron enormes pérdidas y han tenido una serie de obstáculos como gastos extras para volver a desarrollarse.
Esto debido a que los empresarios locales no fueron contemplados para recibir apoyos del gobierno federal y estatal tanto para la demolición de los inmuebles como para su reactivación.
Aunado a que los trabajos de reconstrucción son lentos y sólo en una parte de la ciudad se perciben algunos trabajadores y de acuerdo a los empresarios, las calles invadidas con escombros no proyectan una buena imagen para quienes pretenden invertir en Oaxaca.
Además que persiste la falta de transparencia en la entrega de apoyos por parte del gobierno del estado a la ciudadanía y los que ya distribuyeron resultaron insuficientes, razón por la cual las nuevos munícipes tienen la obligación de vigilar que la reconstrucción en el Istmo sea un hecho, concluyeron.