Una secta cristiana surcoreana fue llevada con engaños al “ultimo paraíso”, pero en lugar de eso fueron golpeados y abusados sexualmente.
Hacer que sus seguidores se pegaran entre sí hasta sangrar era una de las consignas para mantener la pureza. Es parte del relato de algunos de los 400 seguidores de una secta que llegaron a Fiji en busca del último lugar seguro en la tierra, y acabaron sometidos y forzados a quedarse
¿Qué le pasó a los cristianos?
Según testigos que lograron huir de la isla, todos los integrantes de la secta fueron convencidos de huir con frases como “el mundo se acabará y debemos huir al último paraíso en la Tierra”. Shim, una de las líderes de la secta, predicaba que una guerra sumiría al país en una gran hambruna y debían marchar a Fiji.
Convencidos, los seguidores decidieron ir al “paraíso”, pero una vez allí, la pastora les quitó sus pasaportes y se negó a dejarlos salir del complejo de 33 hectáreas donde vivirían todos juntos en comunidad, vigilados por “guardianes” elegidos por ella, para después sufrir de maltrato físico, abusos sexuales, entre otras cosas.
Pero, ¿qué sucedía dentro de la isla?
Según los testigos, lo que ocurría mientras estaban encerrados, era incluso peor que el cautiverio, pues debían llevar a cabo lo que los líderes llamaban “rituales de purificación”, una práctica que consistía en que los miembros de la secta debían propinar palizas que podían superar los 600 golpes a otros miembros de la comunidad.
Los que lograron salir y contar la historia aseguran que en el ritual debían golpear a sus compañeros “hasta que apareciera sangre“ y aseguran que incluso se llegó al extremo de que uno de los miembros sufrió un grave daño cerebral a causa de las agresiones.
De hecho también había un ritual en donde los niños golpeaban a sus padres, en ocasiones hasta cien veces para eliminar la impureza, cuentan los testigos. Con el mismo objetivo algunas mujeres eran forzadas a mantener relaciones sexuales con los líderes de la secta.
¿Qué pasó con la líder de la secta?
Finalmente, cinco de sus miembros lograron escapar y denunciaron a Shin Ok-ju y su formación religiosa ante las autoridades que acabaron arrestando a esta líder religiosa en un viaje reciente a Seúl.
El problema es que este caso no es el único. En los últimos años los cultos de inspiración cristiana han ido en aumento en Corea del Sur. De acuerdo con un análisis de 2014 del centro de investigaciones Pew Reasearch Centre, es la religión que cuenta con más adeptos en el país, pues un 29 por ciento de la población se considera cristiana, de ese porcentaje la inmensa mayoría es protestante.
Con información de https://news.culturacolectiva.com/internacional/secta-cristiana-es-enganada-en-corea-del-sur/