Redacción El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.– El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) emitió una nota informativa para aclarar la polémica generada en torno al presunto préstamo irregular de un tanque de oxígeno al nuevo Hospital General de Tuxtepec, bajo la administración del IMSS-Bienestar.
De acuerdo con el comunicado, el pasado 6 de septiembre el IMSS-Bienestar solicitó al ISSSTE Tuxtepec el apoyo con un tanque de oxígeno de respaldo y una lámpara de chicote, debido a la atención de dos mujeres embarazadas —de 35.5 y 36 semanas de gestación— con complicaciones, con el objetivo de garantizar recursos en caso de que los recién nacidos presentaran problemas respiratorios.

El ISSSTE precisó que el préstamo se realizó tras verificar disponibilidad, que nunca se puso en riesgo la atención a derechohabientes y que ambos insumos fueron devueltos al día siguiente, en óptimas condiciones y sin que se llegaran a utilizar.
“La acción tuvo como único fin salvaguardar la salud de las madres y los neonatos prematuros. En ningún momento se afectó la atención médica en la unidad”, sostiene el boletín oficial.
EL ESTALLIDO DE LA POLÉMICA
La aclaración surge después de que trabajadores del sector salud enviaran cartas a este medio, acusando a la directora del ISSSTE en Tuxtepec, Dra. Liova Robles Méndez, de abuso de poder, encubrimiento y uso indebido de recursos federales.
Según las denuncias, el tanque de oxígeno prestado —de 9,500 litros— está destinado exclusivamente a pacientes hospitalizados del ISSSTE y al programa “Oxígeno en Casa”. Los inconformes alertaron que no existe convenio institucional con el IMSS-Bienestar y que este tipo de actos “ponen en riesgo la vida de los derechohabientes”.
La carta también señaló graves carencias en la clínica del ISSSTE Tuxtepec: escasez de medicamentos, material de curación e incluso insumos básicos como tóner para impresoras.
En una segunda misiva, los trabajadores fueron más lejos: exigieron la destitución inmediata de la Dra. Robles Méndez, acusándola de acoso laboral, amenazas y favoritismo hacia sus allegados. Además, la vincularon políticamente con el Dr. Carlos Bautista Leiva, subdelegado estatal del ISSSTE, señalado por presuntos manejos irregulares de plazas.
“Ese tanque pudo haber sido utilizado para un paciente derechohabiente del ISSSTE. En cambio, se entregó sin autorización, sin reposición y sin justificación legal”, puntualizaron.
El comunicado del ISSSTE busca cerrar el capítulo, presentando el hecho como un acto de colaboración interinstitucional. Sin embargo, las denuncias de fondo siguen abiertas: ¿hasta dónde es válido utilizar recursos de una institución para atender a otra, en un sistema de salud marcado por la precariedad?