➡️ Él también se arriesgó demasiado, buscando proyección y enfrentándose con quienes mandan en el país
➡️ Vio un vacío de liderazgo en Michoacán, quiso ocupar ese espacio y lo hizo desde la exposición mediática, desde las redes. Pero las redes son un monstruo que pide sangre
Redacción El Piñero, Periodismo y Debate
Oaxaca, México.- En una reciente emisión del canal de YouTube Narco Mundo, los periodistas Jesús Lemus Barajas y José Luis Montenegro analizaron el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, ocurrido en un contexto que Lemus calificó como “una tragedia anunciada” dentro del entramado político y criminal del país.
Durante la transmisión, Lemus —quien ha documentado durante décadas la relación entre narcotráfico y poder político— planteó una hipótesis contundente:
“El asesinato del alcalde Carlos Manzo se construyó desde tres frentes: el abandono del Gobierno Federal, la indiferencia del Gobierno Estatal y la imprudencia del propio alcalde al enfrentarse directamente al crimen organizado”, señaló.
EL FUNCIONARIO NÚMERO 113 ASESINADO
El periodista recordó que, de acuerdo con su conteo, Carlos Manzo es el funcionario número 113 asesinado en lo que va del primer año del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien acusó de mantener un discurso de continuidad sin atender la creciente ola de violencia contra autoridades locales.
“Estamos hablando del funcionario 113 asesinado bajo el llamado ‘segundo piso de la Cuarta Transformación’. Esto debe decirse con toda claridad: la violencia política no se ha detenido, al contrario, crece con la misma impunidad de antes”, afirmó Lemus.
UNA MUERTE “ANUNCIADA”
Para Lemus Barajas, el crimen contra el edil de Uruapan fue predecible:
“Carlos Manzo reclamaba apoyo para enfrentar al narco y fue ignorado. Lo dejaron solo, tanto el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla como el Gobierno Federal. Pero él también se arriesgó demasiado, buscando proyección y enfrentándose con quienes mandan en el país”, expuso.
El comunicador agregó que el alcalde había asumido tareas que no le correspondían, como participar en la captura de René Belmonte, alias ‘El Rino’, presunto jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación, lo que —según Lemus— pudo desatar un acto de venganza directa.
“Él fue quien detuvo al jefe de plaza, y todo indica que desde una cárcel federal se ordenó su ejecución. Esa es la línea principal de investigación”, puntualizó.
Lemus también señaló que Manzo buscaba visibilidad política con miras a una eventual candidatura al gobierno de Michoacán:
“Vio un vacío de liderazgo, quiso ocupar ese espacio y lo hizo desde la exposición mediática, desde las redes. Pero las redes son un monstruo que pide sangre; cada discurso lo acercaba más a su destino”, dijo con crudeza.
UNA VIOLENCIA QUE TRASCIENDE GOBIERNOS
Finalmente, Jesús Lemus subrayó que la violencia que azota a Michoacán no es responsabilidad exclusiva de la actual administración, sino el resultado de décadas de colusión entre el poder político y el crimen organizado.
“Esta historia no empezó con Claudia Sheinbaum ni con Felipe Calderón; viene de 50 años atrás. Michoacán arrastra un pacto tácito entre gobiernos y narcos desde hace medio siglo”, concluyó.
El asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, ha generado conmoción nacional. Su muerte se suma a la lista de funcionarios, líderes sociales y autoridades municipales víctimas de la violencia en México, mientras la llamada “Cuarta Transformación” enfrenta crecientes críticas por la falta de resultados en materia de seguridad.
