Redacción El Piñero
Coxquihui, Veracruz, se vio envuelta en una ola de violencia que dejó un saldo trágico el miércoles 10 de septiembre, coincidiendo con el contexto de las elecciones municipales del pasado 1 de junio.
El primer se trato del asesinato de Ramón Valencia Pérez, candidato del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quien fuera secuestrado por un grupo armado. Valencia había asumido la candidatura tras el homicidio de su padre, Germán Anuar Valencia, sucedido en abril.
Los eventos de violencia no cesaron ahí. En la mañana del mismo día, un ataque armado dirigido a la vivienda de Lauro Becerra, alcalde electo por el Partido Acción Nacional (PAN), dejó un civil fallecido y provocó el desalojo de una escuela pública, sumiendo a estudiantes y padres en un estado de pánico. Becerra está programado para asumir el cargo el próximo 31 de diciembre.
Estos incidentes se suman a una creciente tensión en el estado de Veracruz, donde la presencia de bandas del narcotráfico y el crimen organizado han generado un ambiente de inseguridad sin precedentes.
Este clima se ha intensificado este año desde el secuestro y asesinato de figuras locales, como el de la maestra Irma Hernández, cuya muerte fue un doloroso recordatorio del alto costo de la violencia en la región veracruzana.