*Ella era quien presuntamente planeaba el desvío de recursos públicos en la entidad
Xalapa, Ver.- Apenas en febrero pasado cuando en Córdoba el gobierno del estado descubrió una bodega con obras de arte, muebles y objetos varios propiedad de Javier Duarte y de su esposa Karime Macías Tubilla, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares informó que en dicha bodega se encontraron diversas libretas MontBlanc y Moleskine, escritas con “puño y letra” de la propia Karime Macías, en donde se dan “pistas” y detalles concretos de propiedades de Javier Duarte y de ella en México y en Europa, así como cuentas bancarias que serían vitales para continuar la investigación en contra del ex gobernador.
“Algo muy relevante, hemos encontrado en éste lugar un cúmulo de documentos que presumiblemente vinculan directamente a la señora Karime Macías de Duarte en la planeación, preparación y ejecución de acciones para el desvío de recursos públicos en beneficio personal y de algunos cómplices”, dijo literalmente el gobernador Yunes Linares.
Ni el gobernador, ni la Fiscalía General del Estado han dicho nada de los diarios de Karime Macías que se encontraron en Córdoba, así como varias libretas en las cuales anotaba “de manera detallada” cuentas bancarias, propiedades dentro y fuera de México y toda la relación de familiares, funcionarios públicos, socios y personas varias con las que hacían negocios ilícitos al amparo del poder.
También se encontraron teléfonos, direcciones vinculados con la familia Duarte-Macías y el listado de sus casas y departamentos en distintos lugares del mundo y localizados en un mapa que dibujó la propia Karime, según la declaración oficial.
Y también se dijo que los documentos, diarios, agendas y demás objetos encontrados fueron asegurados por la Fiscalía General del Estado, sometidos a estudios en documentoscopía y grafoscopía, entre otros, además de que serían puestos a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR), dependencia que ha declarado una vez y otra también que sobre Karime Macías no hay orden de aprehensión ni acción legal; que oficialmente no se le busca; que su entrada a Guatemala fue legal y que por ello no fue detenida.
Lo anterior ha dado mucho de qué hablar a través de las redes sociales y despertó el enojo, el repudio e indignación de la sociedad mexicana y particularmente veracruzana, porque es un secreto a voces que la esposa de Javier Duarte fue el cerebro del saqueo, que era la jefa, la líder del cártel de Veracruz, pero por si fuera poco, se han encontrado evidencias como sus diarios y sus libretas donde, como lo dijo el gobernador, se evidencia que ella planeaba, preparaba y ejecutaba acciones para el desvío de los recursos de Veracruz.
Karime y su familia, más que el propio Javier, fueron los más beneficiados, pues a nombre de su hermana, de sus padres y otros familiares se encuentran muchas propiedades. Incluso, en honor a la verdad, hay que decirlo, ni siquiera la mamá del ex gobernador, la señora Cecilia de Ochoa fue tan beneficiada o al menos no figura tanto como los Macías-Tubilla.
De hecho de entre la sociedad civil, así como en el medio político se escuchan voces a favor de que se le abra una carpeta de investigación a Karime Macías y contra sus padres, quienes también abusaron del poder y habrían participado en el saqueo de la arcas del estado.
karime
Líderes de opinión del medio político, empresarial y académicos del estado opinan que por lo menos que se le debe juzgar a Karime es por cómplice, aunque en realidad todo apunte a que ella era la gran orquestadora de los negocios ilícitos y la que acaso abusó más del poder al disponer, por ejemplo, de una tarjeta de crédito que le proporcionó Moisés Mansur, quien ahora resulta que también la ha nombrado como heredera de muchos de sus bienes.
El sábado 15 de abril, Karime fue testigo de la aprehensión de su esposo en el hotel La Riviera de Atitlán, en el municipio de Panajachel, Departamento de Sololá, en Guatemala, y quedó tan campante, sin un rasguño, sin más agravio que el bochorno y el escarnio.
Todo hace suponer arreglos en las más altas esferas, pactos inconfesables en los que se negoció la entrega de Duarte y su silencio para no cimbrar a México, a cambio de la inmunidad e impunidad de su mujer, hijos y otros familiares, que para las autoridades ahora son unas blancas palomas y ni siquiera de les investiga.
¿O cómo puede entenderse que su concuño José Armando Rodríguez Ayache, haya sido interceptado en el aeropuerto de Toluca en posesión de miles de euros, cientos de dólares y miles de pesos, algo así como 20 millones de pesos mexicanos con los que pretendían huir a Europa en un avión privado y horas después lo dejaron en libertad.
¿Quién protege a Karime? ¿Es tanta la protección que le compró Javier? ¿O tiene que ver también que su papá, Jesús Antonio Macías Yazegey, es amigo cercanísimo del secretario de Energía del gobierno peñanietista y ex gobernador de Quintana Roo, Pedro Joaquín Coldwell, de la cuadra echeverrista que aún controla una parte de sistema político?
El 3 de abril de 2016, el entonces candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares, interpuso la denuncia que implicó a Javier Duarte, su familia, sus amigos, sus prestanombres, todos con un papel clave en el atraco a las arcas y como era obvio, en ese entonces siendo el fiscal general del estado un incondicional de Duarte, Luis Ángel Bravo Contreras, por supuesto que archivó y dilató mientras pudo la averiguación.
Pero conforme avanza el tiempo, cada vez existen más indicios de la corresponsabilidad y complicidad de Karime Macías, pues por ejemplo un cómplice directo, de nombre Alfonso Ortega López, encargado de crear empresas para adquirir bienes confesó voluntariamente ante la PGR y describió el nivel de mando que ejercía Karime Macías dentro del clan, sus alcances, la mente perversa que fue urdiendo cómo saquear las arcas públicas, fraguando el desvío, conformando empresas fantasma para lavar el dinero robado a Veracruz.
“Alfonso Ortega López fue accionista en las ‘empresas de papel’ del ex gobernador y su esposa para la compra de inmuebles en proceso de remate por hipotecas vencidas en Estados Unidos, desde luego con dinero de todos los veracruzanos
Según declaró, Karime Macías le pidió, en diciembre de 2012, que endosara las acciones ‘en blanco’, que lo hiciera con todas las empresas abiertas en Estados Unidos y usadas para adquirir inmuebles, tiempos compartidos y todo tipo de bienes, incluso los de la compañía que compró el yate AquarivaSuper, con valor de 790 mil dólares, unos 15 millones de pesos.
El prestanombre, según informó el Periódico Reforma, como parte de su confesión dijo que Karime Macías le dio esa instrucción cuando acudieron a un viaje de vacaciones a Aspen, Colorado, donde acompañó a la familia y se hospedaron en el St. Regis Aspen Resort. Ahí Karime Macías le dijo a Alfonso Ortega que ellos ‘querían resguardar sus inversiones y mantenerlas a salvo’.
Cabe recordar que Alfonso Ortega dijo también que en mayo de 2016, habló con Javier Duarte, le confesó sus temores sobre lo que estaban haciendo y su decisión de renunciar, pero un iracundo Javier Duarte lo habría tomado del brazo con fuerza y le dijo que ya estaba metido en eso y que él sabía de dónde provenía el dinero. Al temer por su vida y la de su familia, sacó del país a sus seres queridos y él decidió acudir ante la PGR a confesar.
No se exagera al afirmar que Karime era la jefa del cártel de Veracruz, pues para la PGR, Javier Duarte encabezaba una organización criminal, pero lo que poco a poco va trascendiendo es que la autora intelectual, el cerebro, era su mujer, también madre de sus hijos.
Habrá que esperar a ver qué pasa con Karime Macías y los suyos. Qué sucede con el primer círculo de colaboradores de Duarte y con el despacho de ricos jóvenes abogados que, según fuentes oficiales, fue contratado por el ex mandatario para organizar su evasión de la justicia. Pero el clamor ciudadano es ver a la ex primera dama también tras las rejas y acaso con mayor justificación por ser la líder del cártel veracruzano.
