Eugenio GONZÁLEZ | El Piñero
Oaxaca, México. – Desde el 2023, el gobernador Salomón Jara Cruz ha repetido una y otra vez la misma promesa: construir la autopista Oaxaca–Tuxtepec, un proyecto que —según sus propias palabras— conectaría el corazón de la Sierra Juárez con la Cuenca del Papaloapan y Valles Centrales.
Sin embargo, han pasado tres años de su gobierno y la historia sigue igual, no hay obra, no hay avances, no hay ni rastro de maquinaria.
En una de sus “mañaneras oaxaqueñas”, Jara aseguró que en 2025 arrancarían los trabajos. Pero el año se termina y no se ha colocado ni una piedra, mucho menos un letrero que anuncie el supuesto inicio.
Hoy, en la víspera de la revocación de mandato, el pueblo de la Cuenca del Papaloapan, que fue groseramente engañado con la ilusión de esta autopista, seguramente sabrá recordarle en las urnas lo que no cumplió en el terreno.
Y es que en esta tan pregonada “Primavera Oaxaqueña”, no florecen ni las obras de gran calado ni los proyectos de alto impacto. Solo queda el eco de las promesas y una carretera que, por ahora, sigue existiendo solo en los discursos del gobernador.

															




