Redacción El Piñero
Veracruz, México.– La autopista Orizaba–Puebla volvió a convertirse en escenario de violencia e impunidad.
En menos de 24 horas, se registraron al menos nueve asaltos a mano armada entre las Cumbres de Maltrata y la desviación a Magueyes, una de las zonas más peligrosas y con menor vigilancia del país.
Según reportes difundidos en redes sociales, los ataques comenzaron la madrugada del jueves y se intensificaron durante la mañana. Los delincuentes aprovecharon la formación de filas vehiculares para obligar a conductores a detenerse, momento en el que fueron despojados de teléfonos, carteras y objetos de valor.
Uno de los atracos más violentos ocurrió en la desviación a Magueyes, donde un grupo armado que viajaba en camioneta interceptó varios vehículos particulares. Más tarde, en las Cumbres de Maltrata, dos operadores de tráileres fueron atacados, uno de ellos fue bajado de su unidad y despojado del tractocamión.
A pesar de la gravedad de los hechos, las autoridades no han informado sobre ninguna detención, y sólo dos de los casos han sido denunciados formalmente.
Testimonios locales indican que algunos asaltantes podrían ser habitantes de comunidades cercanas, lo que les permite huir por caminos secundarios sin ser capturados.
Organizaciones de transportistas y usuarios han reiterado su exigencia a la Guardia Nacional y a la Secretaría de Seguridad Pública para que refuercen la vigilancia en este tramo, vital para el comercio entre el Golfo de México y el altiplano central.
El tramo Orizaba–Puebla, especialmente en Maltrata, combina condiciones geográficas difíciles con la creciente actividad delictiva, convirtiéndolo en un punto rojo del país que hasta ahora sigue sin una respuesta efectiva por parte del Estado.