➡Una triple ejecución de periodistas reconfirma que México es una zona de alta peligrosidad para ejercer el periodismo
➡Desde Oaxaca, la tierra de Ricardo Flores Magón, se condena la impunidad y la ininteligible respuesta oficial
Por: Roberto POLO | El Piñero
Oaxaca, México.- El asesinato de tres periodistas –en tan sólo una semana– vuelve a reconfirmar a México como un escenario de alto peligro para el gremio reporteril donde la justicia que se exige no pasa del discurso y del pésame oficial. Y desde Oaxaca, el gremio periodístico lo condena ante la evidente impasividad del Estado.
Para la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO) los tiempos que corren son inéditos y peligrosos para un oficio que da eco a las demandas y clamor social. Son tiempos turbulentos que se agitan con la impasividad del Estado, incapaz de generar las condiciones deseables para su pleno desarollo.
Por ello y en aras de consolidar la exigencia de justicia para compañeros periodistas víctimas de la intolerancia, este martes –25 de enero– la APO convocó a una manifestación pacífica para sumarse a la movilización nacional. Y refrendar la solidaridad que apremia ante las adversas circunstancias.
“En cincuenta y cinco años como reportero no había visto tanta agresividad en contra de los trabajadores de los medios de comunicación (…) y en medio de este drama que vive el periodismo nacional la APO y otras organizaciones periodísticas del estado decimos juntarnos para hacer escuchar nuestra voz, para pedir al gobierno no haga caso omiso ante los reclamos de justicia”, estableció Felipe Sánchez Jiménez, dirigente de la APO.
Por su parte, el periodista Andrés Rodríguez, enfático, precisó: “no se mata la verdad matando periodistas. Ya era tiempo de unir nuestras voces para exigir justicia y combatir el flagelo de la impunidad, consencuencia inequívoca de una red de complicidad y corrupción. No cabe duda que decir la verdad lastima intereses de los poderosos, pero más aún, de autoridades, políticos, grupos sociales y empresarios negreros”.
Igualmente -con pancartas en mano– reporteros de diversos medios de comunicación manfiestaron su solidaridad con las familias de los periodistas asesinados recientemente, pero también externaron su repudio ante la inacción del Estado y los intolerantes de las libertades por las cuales luchó y murió Ricardo Flores Magón, precursor de la Revolución Mexicana y símbolo en Oaxaca de la libertad de expresión.
De acuerdo a Artículo 19, organismo internacional defensor de la libertad de expresión, los asesinatos de José Luis Gamboa, Margarito Martínez y Lourdes Mendoza se suman a otros 145 asesinatos de periodistas con posible vínculo por su labor desde el año 2000, de los cuales 28 han ocurrido durante la administración de Andrés Manuel López Obrador.
El 21 de enero, el director de la Oficina de Reporteros Sin Fronteras en América Latina, Emmanuel Colombié, dijo que los asesinatos de periodistas registrados en este inicio de 2022 en México, hacen presagiar otro año sangriento para la libertad de prensa en el país. “2022 se ha estrenado con un baño de sangre para el periodismo mexicano”, señaló.
