Redacción El Piñero | Corresponsalía
Doña Francisca, una costurera cuya única herramienta de trabajo es una máquina de coser, ha quedado atrapada en una situación insostenible tras recibir recibos de electricidad que superan los $30 mil bimestrales, un monto exorbitante para su pequeño negocio.
A pesar de ser una emprendedora que apenas puede cubrir sus gastos, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le envía facturas que no reflejan su bajo consumo, generando una angustiante acumulación de deudas.
La afectada sospecha que su medidor original fue robado y reemplazado con uno nuevo bajo la tecnología de la paraestatal, lo que ha llevado a esta anomalía en el cobro de su servicio.
A pesar de haber intentado registrar su queja ante la Comisión, se ha encontrado con obstáculos, ya que las oficinas no le han recibido su denuncia.
Frustrada y sin respuesta, Francisca ha decidido hacer pública su situación a través de El Piñero, buscando la ayuda de autoridades que puedan respaldarla en su lucha por una solución justa.
Con su familia sumida en el estrés por la carga financiera creciente, busca que su voz se escuche y que la CFE asuma su responsabilidad en este evidente abuso.