Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca.– Así luce hoy lo que alguna vez se anunció como una millonaria inversión para regularizar la movilidad en la zona centro de la ciudad piñera: estructuras metálicas oxidadas, viejos esqueletos de semáforos que en su momento guiaron el tránsito y hoy sólo evidencian el fracaso de una obra olvidada.
Lo que fue presentado como una solución moderna para ordenar el caos vial terminó en abandono, sin seguimiento ni mantenimiento. Un proyecto más que quedó a medio camino, pero que sí costó millones del erario.
En el interior del salón social —espacio que pronto será intervenido por el gobierno de Omar Lara— permanecen almacenados sin orden ni destino insumos tecnológicos y materiales que alguna vez formaron parte de esta estrategia de movilidad.
Hoy, son chatarra, polvo y olvido. Y quizás, símbolo de un recurso público mal gestionado, mal planeado o simplemente malgastado.