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Los Pepes priistas: Meade, para Los Pinos, Pepe Yunes, gobernador

El Piñero

Luis Velázquez /Barandal

Veracruz, 24 de noviembre de 2017.-ESCALERAS: Hasta donde se sabe si bien se sabe, nadie del CEN del PRI, menos en el Palacio de Bucareli, ni tampoco en Los Pinos, han dado la orden ni tomado la decisión para que los nueve candidatos a gobernadores el año entrante sean elegidos en base a la encuesta.

Tampoco han pactado si los candidatos a diputados federales (500 en total) y senadores de la república (128) serán elegidos según la encuesta y/o algunos a partir del sacrosanto “dedazo” que el mundo conoce de uno de los partidos más viejos del mundo y que compite con el partido político oficial de Vietnam.

Y más, por lo siguiente:

En el tiempo de la pluralidad que se vive (cada miembro de una familia simpatiza, participa y/o milita en un partido político diferente) hay, como dijera “el fogoso” en otros tiempo, encuestas, encuestitas, encuestotas y chingaderas.

Y es que, por ejemplo, en el transcurso del año 2000 cuando la elección presidencial de Francisco Labastida Ochoa, Vicente Fox y Cuauhtémoc Cárdenas, las elites priistas aseguraba que la encuesta perfilaba a Labastida como el ganador inminente y ni modo, al cierre de las urnas se convertía en el gran derrotado que entregara Los Pinos al Partido Acción Nacional.

 

PASAMANOS: Y no obstante, los hectorizados de Veracruz, así conocidos los fans del senador Héctor Yunes Landa, repiten como estribillo que la nominación del candidato a gobernador (que estará lista, dice el chamán, en el mes de enero) será elegida de acuerdo con las encuestas.

Y en las encuestas, claman y proclaman, Yunes Landa es mano.

Incluso, y digamos sin aceptar que fuera así, en el CEN del PRI andan en otro canal, diametralmente opuesto.

Y más, ahora cuando todo indica que José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público, será el candidato presidencial (destapado ayer por Luis Videgaray Caso, secretario de Relaciones Exteriores) y su elección partidista ya nada ni nadie se le arrebata, ni siquiera, vaya, un cataclismo del Palacio de Bucareli donde el jefe de jefes es MAO, que así llaman en Veracruz a Miguel Ángel Osorio Chong.

Y como tal cual será, entonces, la versión es que el candidato priista a gobernador será el senador Pepe Yunes Zorrilla, cierto, por su amistad inquebrantable con Meade y Videgaray, el político más cercano a Enrique Peña Nieto, pero también con sus virtudes y cualidades, entre ellas, la honestidad “a prueba de bomba” que pocos, excepcionales políticos tienen en Veracruz y el país.

Por eso mismo, quizá, semanas anteriores, Yunes Landa se lanzó en contra del “dedazo” advirtiendo que ni hace bien al tricolor ni tampoco a Pepe Yunes, cuando, caray, todos sus cargos públicos desempeñados han sido vía la amistad con el jefe supremo en turno.

 

CASCAJO: En la elección del candidato priista a la silla embrujada de palacio se están metiendo los demonios.

Por ejemplo:

Los diputados federales, los yunistas Érick Lagos Hernández y Jorge Carvallo Delfín, lanzaron como tercero en discordia al presidente municipal de Orizaba, Juan Manuel Díaz Diez, el fans del dictador Porfirio Díaz.

Pero desde el momento cuando el edil de la tierra de Cri-Cri, el grillito cantor, se vistió de calavera (otros dicen que de Drácula) el día de muertos y desfiló en las calles y avenidas de Orizaba, aun cuando fuera aplaudido en el pueblo, ningún respeto expresa por la investidura que tanto cuidaba don Adolfo Ruiz Cortines.

Además, los yunistas Lagos y Carvallo lo lanzaron para fregar la vida a los senadores rojos, pues de paso el par buscaba quedarse con la candidatura al Senado para seguir usufructuando la impunidad.

Otro ejemplo de que el demonio anda suelto es la famosa “Marcha por la victoria” iniciada en Pánuco por los senadores tricolores y que fue debut y despedida, pues hace varias semanas fue interrumpida.

Ellos sabrán su juego, pero a menos, digamos, de una contraorden del altiplano, el silencio de la marcha interrumpida resulta extraño y raro.

 

RODAPIÉ: El altiplano, es decir, el CEN del PRI y Los Pinos, estarían mirando a Veracruz con mucha, demasiada pulcritud.

Por una sola razón: Veracruz es la tercera reserva electoral del país, pues la Ciudad de México está en manos del PRD o MORENA, en Jalisco la tendencia favorece a Enrique Alfaro, el alcalde de Guadalajara y con el sello del Movimiento Ciudadano y sólo el estado de México tiene arraigo priista.

Así, Veracruz y el estado de México son claves para que cada partido político se imponga en las urnas el año entrante.

Y ni modo que el PRI esté apostando a nominar su candidato a gobernador a través de una encuesta, cuando una encuesta es una simple fotografía (además errática) del momento en que la aplican, pues de la mañana a la tarde la población suele cambiar de ánimo, actitud, convicción y hasta de ideología.

En todo caso, y como la bamba, “se necesita un poquito de gracia y otras cositas”, y además de la encuesta, una visión integral de las posibilidades reales y confiables del candidato para ganar.

Y más, mucho más, cuando el gobernador Yunes hará lo imposible (capital político, capital social, capital económico, capital gubernamental, etcétera) para heredar el trono imperial y faraónico a su hijo, el primogénito, de tal forma que al momento ya tiene planchadas a las elites panistas y perredistas de Veracruz y todo indica hasta nacionales.

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