Piñadero | Editorial
Loma Bonita, Oaxaca.- Luego del repentino deceso de Deniss Reyes Córdoba y la inquietante elección del nuevo presidente municipal, hubo voces que colocaban al gobierno y al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en un espacio de incertidumbre e, incluso, de fragmentación a causa de compromisos que navegaban a la deriva.
Sin embargo, el paso del tiempo ha ido despejando dudas y acondicionando nuevos escenarios que, poco a poco, irán determinando el futuro de la administración y del partido del Sol Azteca que, muy seguramente, buscará no apagarse a golpe de los resultados que ofrezca desde poder municipal.
Pero hacerlo, para el presidente Luciano Sánchez, no será fácil. De entrada, hoy se enfrenta a misiones administrativas que, previo a un análisis, tiene que atender puntualmente para conocer las profundidades y realidades de cada área neurálgica de su gobierno y de esta manera responder a los compromisos pactados con el pueblo.
En una primera acción, Luciano ha ido conociendo las entrañas financieras del Ayuntamiento pero, a su vez, también el cauce de compromisos sociales que, en su momento, hicieron Felipe y Deniss Reyes, esto, a fin de establecer rutas que le permitan cumplirlos e iniciar una gestión con sello propio pero, como él ha dicho, bajo la mística y filosofía Felipista, esa que llevó al poder público a quienes hoy se desarrollan laboralmente en el Ayuntamiento.
Hoy la tarea, ha precisado en los homenajes, es hacer equipo, es trabajar hombro con hombro para que el esfuerzo colectivo ofrezca los resultados que el pueblo exige. Y es así como, también en el terreno político, se hace lo propio para que exista comunión en un partido amarillo que se reagrupa y da visos de reforzarse –con aliados– para seguir respirando.
Pareciera poco pero, detrás de este esfuerzo, hay una supervisión y trabajo constante, un dinamismo en el que hoy obedece todo tiempo y espacio. Y en el que, sin duda, exige rigor y alta responsabilidad para no fallarle al ciudadano que, en el 2024, tendrá que evaluar, premiar o castigar con su voto.
Mientras tanto, Luciano Sánchez despacha desde temprana hora en el palacio municipal y concluye sus jornadas hasta la medianoche, hasta a atender al último ciudadano que lo busque. Son días, pues, de intensidad, de entendimiento y plena vocación de servicio para que el barco navegue y mantenga a flote un proyecto político-social que se niega a morir. Es, decía Felipe Reyes, tiempo de la gente.
