Ciudad de México.– En medio de la discusión por el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a bebidas azucaradas, la diputada Amancay “Macky” González Franco, de Movimiento Ciudadano, lanzó fuertes críticas hacia sus compañeros legisladores, a quienes acusó de hablar de salud pública mientras mantienen hábitos poco saludables.
Durante su intervención en la Cámara de Diputados, González Franco señaló que resulta contradictorio que quienes defienden la nueva carga fiscal sean los mismos que “consumen refrescos en plena sesión”. A su juicio, el debate ha estado marcado más por la hipocresía que por el compromiso real con el bienestar de la población.
“Hoy muchos celebran un impuesto como si fuera una medida de salud pública, pero no hay una estrategia integral que fomente la educación nutricional ni el ejercicio”, expresó.
La legisladora reprochó que el oficialismo —en particular el grupo parlamentario de Morena— presente la reforma como un logro histórico mientras mantiene vínculos con las empresas refresqueras, lo que, dijo, “pone en evidencia la falta de coherencia en las políticas de prevención”.
Un debate entre impuestos y hábitos
El pleno aprobó con 337 votos a favor y 126 en contra las modificaciones al IEPS contempladas en el Paquete Económico 2026, que también incluye incrementos fiscales a productos de tabaco y videojuegos.
González Franco, quien acudió al recinto vestida con ropa deportiva, insistió en que el aumento al impuesto no resuelve el problema de fondo, pues el consumo excesivo de bebidas endulzadas está ligado a una cultura de desinformación alimentaria y no únicamente al costo del producto.
“La discusión se ha centrado en las calorías, cuando el verdadero debate debería ser sobre los edulcorantes y los ingredientes. Un producto sin azúcar no necesariamente es saludable”, advirtió.
Reacciones dentro y fuera del Congreso
La intervención de la legisladora generó reacciones encontradas. Algunos diputados consideraron válidas sus observaciones sobre la falta de educación nutricional, mientras otros calificaron su postura como un recurso mediático más que un argumento técnico.
En redes sociales, su discurso y su vestimenta se volvieron tendencia. Usuarios destacaron la incongruencia entre el discurso político y los hábitos personales de quienes promueven políticas de salud, mientras otros cuestionaron el estilo de la legisladora para abordar el tema.
El dictamen aprobado fue turnado al Senado para su análisis, en medio de un debate que volvió a poner sobre la mesa el contraste entre los discursos legislativos y las prácticas cotidianas dentro del Congreso.