Redaccion | El Piñero
México.- El balón se le escapó esta vez al ex-delantero de las Chivas, Omar Bravo Tordecillas, quien no enfrentó una defensa en la cancha, sino una orden de aprehensión emitida por la Fiscalía del Estado de Jalisco. Este sábado, el ex-seleccionado nacional fue detenido por su presunta participación en un abuso sexual agravado, un caso que ya sacude tanto al mundo deportivo como al jurídico.
Las primeras versiones ministeriales señalan que Bravo habría mantenido conductas indebidas contra una menor de edad durante varios meses. Un relato que suena más a crónica de impunidad que a cuento de vestidor. La investigación se amplía y, como suele pasar en estos escenarios, ya se busca si hay otras víctimas que prefirieron el silencio ante la fama del goleador.
Mientras tanto, el exfutbolista cambió los reflectores del estadio por los pasillos del Ministerio Público, donde aguardará a que la justicia le marque la próxima jugada. Y aunque la Fiscalía estatal presume diligencia, en la cancha de la opinión pública los ciudadanos reclaman lo de siempre: que las autoridades reaccionan rápido… pero sólo cuando hay un nombre famoso de por medio.
El caso sigue bajo investigación y, por ley, prevalece el principio de presunción de inocencia; aunque en la tribuna social, el marcador ya parece ir en contra del ex-ídolo rojiblanco.