• La decisión llegó sin estridencias, pero con el peso suficiente para alterar una trayectoria pública construida durante décadas.
Redacción El Piñero | Corresponsalía
México.- En una sala judicial de la Ciudad de México, una jueza ordenó prisión preventiva contra Marco “N”, ex-árbitro internacional de futbol, un nombre que durante años estuvo asociado a finales, mundiales y transmisiones televisivas, y que ahora queda ligado a un proceso por presunta violencia familiar.
La resolución se emitió tras una audiencia de revisión de medidas cautelares. La jueza determinó que el ex-silbante deberá presentarse de manera voluntaria en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte en un plazo de tres días.
La orden fue confirmada por su defensa, que explicó que el ingreso forma parte de la medida cautelar impuesta mientras el caso continúa su curso legal.
El expediente tiene su origen en una denuncia presentada en 2023 por quien entonces era su pareja. En ella, se describen presuntas conductas de carácter físico y psicoemocional.
En aquel momento, las autoridades dictaron restricciones de acercamiento hacia la denunciante y su entorno, permitiendo que el proceso avanzara sin privación de la libertad. Dos años después, la situación cambió.
Marco ha rechazado los señalamientos y sostiene que enfrenta una presunta fabricación del delito, argumento que ha reiterado en recursos legales y declaraciones públicas.
La defensa insiste en irregularidades, mientras que la autoridad judicial mantiene abierta la investigación, pero el contraste resulta inevitable.
Durante casi 20 años, Marco “N” fue una figura constante en las canchas: más de 400 partidos dirigidos, gafete FIFA y presencia en tres Copas del Mundo —Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014—, incluido uno de los encuentros más recordados del futbol moderno.
Tras su retiro en 2014, permaneció en el medio como analista arbitral. Hoy, lejos del silbatazo inicial y de los estadios repletos, el exárbitro enfrenta un proceso que se desarrolla en juzgados y expedientes.
El caso, aún abierto, avanza bajo la mirada pública, mientras la justicia define el siguiente capítulo de una historia que pasó del centro del campo a los pasillos del sistema judicial.






