Redacción El Piñero | Corresponsalía
El reciente anuncio del edil de Oaxaca, Ray Chagoya, sobre la construcción de nuevas oficinas para el gobierno municipal ha generado controversia por sus posibles implicaciones económicas y la relación familiar del alcalde con el propietario de la empresa encargada del proyecto.
Chagoya, quien ha afirmado que el proyecto traerá “ahorros” a la administración, ha sido señalado por algunos sectores de la población de no ser del todo sincero en sus declaraciones. Y es que dice que detrás de esta propuesta estaría Neftalí García, propietario de la empresa Tubos y Conexiones y suegro de Chagoya.
Activistas y opositores al proyecto han cuestionado que no se lograrán ahorros como se había promocionado, y señalan que los oaxaqueños enfrentarán una carga financiera significativa por las próximas dos décadas. Incluso, se estima que el monto total del proyecto sería de 1,254 millones de pesos, que se pagarán durante 19 años, lo que ha generado críticas sobre la viabilidad y transparencia de la inversión.
La propuesta ha generado suspicacias sobre un posible conflicto de interés, especialmente al recordar esquemas previos de negocio que fueron implementados en la administración del exgobernador Ulises Ruiz, incluyendo la construcción de la Ciudad Administrativa y la Ciudad Judicial, que fueron objeto de críticas y alegaciones de corrupción.
El método utilizado para justificar este nuevo proyecto ha sido comparado con el de otras iniciativas controvertidas, lo que ha llevado a muchos a sospechar que se están repitiendo patrones de gestión que favorecen a ciertos empresarios a expensas de la población.
Los detractores también mencionan que este modelo de financiamiento, presuntamente fraudulento, está vinculado a otras irregularidades en la administración pública, como las que enfrentó el exfuncionario Bulmaro Rito, quien fue condenado por peculado en el pasado.
Así, la administración de Chagoya enfrenta un creciente escrutinio sobre los costos y la transparencia de sus decisiones.