Yucatán.- Las pirámides de la principal zona maya en Chichén Itzá fueron el escenario de la promesa cumplida que le hizo una mujer a su esposo al esparcir sus cenizas desde lo alto del templo.
El hecho se desarrolló la tarde de ayer domingo, cuando la mujer ascendió sobre las escalinatas hasta llegar a la cima del castillo de “Itzam Yeh” localizado en la plaza principal, luego de burlar la seguridad.
Una vez ahí, la mujer abrió la urna funeraria y esparció las cenizas de su esposo por los aires.
Mientras las personas que fueron testigos le decían que no lo hiciera porque podrían llevarla a la cárcel al ser un delito federal y transgredir las normas de la zona arqueológica.
Luego de bajar, la mujer fue detenida y puesta a disposición de las autoridades del municipio de Pisté, Yucatán, en espera de comparecer ante el jurídico del INAH.
Y es que desde 2008, Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) prohibió subir a las pirámides.
Por lo que dicha acción corresponde a una “violación a las normas del sitio arqueológico” y es merecedora a “una infracción a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Tras la hazaña, las opiniones y críticas aparecieron en redes sociales y la mujer fue nombrada como #LadyKukulkán.