Redacción El Piñero
Una mujer originaria de Oaxaca, Marisol Niño de Rivera, volvió a colocar bajo la mirada pública la situación de violencia que asegura enfrentar en la zona de Zipolite y Puerto Escondido, luego de reaparecer con lesiones tras haber sido reportada como desaparecida por segunda ocasión en dos años.
La joven de 32 años cuenta con antecedentes oficiales de búsqueda desde 2023, cuando su familia solicitó apoyo tras un ataque que derivó en la emisión de una ficha de localización. En ese episodio, uno de los presuntos agresores fue detenido y continúa preso. Sin embargo, Niño de Rivera afirma que la violencia en su contra no cesó.
La Comisión Estatal de Búsqueda abrió un nuevo expediente el 18 de noviembre de 2025, tras otro aviso de desaparición. Horas después, la mujer fue localizada con signos de agresión y relató que nuevamente habría sido atacada por personas que —según su testimonio— permanecen en libertad.
Niño de Rivera atribuye los hechos a un conflicto derivado de una relación sentimental y asegura que detrás de las agresiones existiría un grupo delictivo activo en la región costera. Señala haber sobrevivido a al menos tres atentados, el más reciente el 20 de noviembre.
La oaxaqueña acusa falta de avances en las carpetas de investigación y ausencia de medidas de resguardo, por lo que responsabiliza a las autoridades del Gobierno del Estado por cualquier daño futuro. Organizaciones civiles que acompañan su caso confirmaron que el expediente permanece abierto, sin nuevas detenciones ni protocolos especiales de protección.
La denunciante pidió la ejecución de órdenes de aprehensión, la investigación de las presuntas redes criminales locales, medidas urgentes de seguridad y, de ser necesario, la intervención de autoridades federales. Su caso vuelve a encender alertas sobre la vulnerabilidad de mujeres y la respuesta institucional ante hechos reiterados de violencia.






