Eugenio GONZÁLEZ | El Piñero
Oaxaca, México.– Un grupo de mujeres militantes y simpatizantes de Movimiento Ciudadano (MC) tomaron este miércoles las instalaciones del partido en Oaxaca para exigir la destitución del dirigente estatal, Alberto Sosa, a quien acusan de ejercer violencia política contra candidatas, militantes y ciudadanos que han participado en procesos electorales bajo las siglas del partido naranja.
Entre las inconformes destacó la presencia de Ale Rivera Roldán, suplente de la diputada local Alejandra García Morlan, quien denunció públicamente haber sido invisibilizada y excluida en diversas actividades legislativas por parte de la titular del cargo.
Las protestas se intensificaron luego de que también el ciudadano Javier Galguera Méndez —exaspirante a un cargo público— denunciara en la red social X actos de violencia y simulación política presuntamente cometidos tanto por Alberto Sosa como por Ale Morlan. Galguera ha sostenido que las historias de éxito que ambos promueven no corresponden con la realidad que viven los militantes y simpatizantes del partido en Oaxaca.
Los manifestantes hicieron un llamado al dirigente nacional de MC, Jorge Álvarez Máynez, para que intervenga directamente en la situación de Oaxaca, escuche las voces críticas y no se deje engañar por lo que calificaron como “relatos construidos para el lucimiento personal”.
Tras la irrupción en las oficinas del partido, Movimiento Ciudadano Oaxaca emitió un posicionamiento oficial en el que reprobó los hechos ocurridos, calificando las acciones como un acto de violencia que incluyó la retención contra su voluntad de trabajadores de la sede, de la diputada Ale Morlan y su equipo, además de actos vandálicos contra las instalaciones y el vehículo de la legisladora.
Asimismo, el partido lamentó los daños ocasionados a “Casa Palmeras”, un espacio de carácter privado sin vínculo directo con MC, donde una mujer trabajadora habría sido agredida durante los disturbios. La organización ofreció una disculpa pública por estos hechos.
En el comunicado, MC reiteró su compromiso con los derechos de las mujeres y con una vida democrática interna basada en el diálogo. Sin embargo, desestimó las acusaciones al asegurar que las pancartas y consignas carecen de sustento o denuncias formales, y señaló que se trata de una campaña de difamación y desinformación impulsada por intereses ajenos al proyecto político del partido.
Mientras tanto, la protesta sigue siendo tema de conversación en los pasillos políticos oaxaqueños, reflejo de una crisis interna que pone en duda la cohesión de MC en la entidad a tan solo unas semanas de que concluya el proceso electoral.