Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca.- En la Sierra Sur de Oaxaca, un hombre llamado Gerardo E.J.R. recibió una condena monumental de 102 años de prisión por el delito de violación agravada contra una adolescente. Como si los años no fueran suficientes, también deberá cubrir una multa económica, porque la justicia no olvida ni las finanzas.
Los hechos, ocurridos entre octubre y diciembre de 2020, se desarrollaron en un domicilio de San Miguel Yogovana, en el distrito de Miahuatlán de Porfirio Díaz. Según el expediente, los días pasaban mientras se tejía la trama de un delito que las autoridades locales tardaron en atender. Testimonios, evidencias y diligencias finalmente llevaron al Tribunal de Enjuiciamiento a dictar la pena máxima.
Sin embargo, vecinos y familiares recuerdan con ironía la lentitud de quienes debieron actuar primero. Denuncian que hubo una espera que parecía una eternidad, mientras la víctima enfrentaba la situación sin la protección oportuna de las autoridades. El caso, afirman, evidencia la necesidad de agilizar respuestas y no dejar que los protocolos se queden en el escritorio.
Este veredicto se convierte en un precedente simbólico: un recordatorio de que, al menos en Oaxaca, los delitos sexuales no pasarán desapercibidos, y que la protección de niñas, niños y adolescentes sigue siendo una responsabilidad que no admite dilación.