Redacción El Piñero
En medio del tráfico y las prisas cotidianas, aún hay choferes que hacen del servicio un acto de respeto y vocación. Uno de ellos es Benito Cruz, un taxista que se ha ganado el reconocimiento de sus pasajeros por su amabilidad, puntualidad y conducción impecable.
Después de 32 años de servicio como policía ministerial, Benito decidió continuar activo detrás del volante. Desde hace cuatro años, recorre las rutas que conectan Oaxaca de Juárez con Zaachila, Xoxocotlán y Cuilápam, donde su presencia se ha vuelto familiar entre los usuarios del transporte público.
Su trato amable, la limpieza del vehículo y su disposición para ayudar a quien lo necesite le han valido fama de ser “uno de los pocos taxistas excepcionales” de la zona.
Benito Cruz representa una cara distinta del transporte en Oaxaca: la de quienes ven en su trabajo no solo un sustento, sino una oportunidad de dignificar el servicio y devolver confianza a los pasajeros. Un ejemplo sobre ruedas de que la cortesía y el profesionalismo aún pueden marcar la ruta.

															




