Redacción|El Piñero
Oaxaca.- La tarde de este martes 4 de noviembre, las calles de Mixtán, en el municipio de Loma Bonita, se llenaron de flores, rezos y silencio, el féretro de María de Jesús Ramírez Morales, joven comerciante y madre de familia, avanzó lentamente por las avenidas polvosas que tantas veces recorrió vendiendo tortas y aguas frescas. Detrás, una multitud de vecinos la acompañaba en su último viaje, con lágrimas, coraje y un grito compartido: “¡Queremos justicia!”
María de Jesús no solo era una vendedora ambulante, era también hija, amiga, vecina, madre, una mujer que, como muchas en la Cuenca del Papaloapan, sostenía su hogar con esfuerzo y dignidad. El pasado 1 de noviembre salió a trabajar al panteón local, como cada año durante las celebraciones del Día de Muertos. Horas después, la noticia de su fallecimiento estremeció a toda la comunidad. Fue hallada sin vida en la esquina de las calles Amor y Aquiles Serdán, el mismo sitio donde solía ofrecer sus productos con una sonrisa.
Desde entonces, Mixtán no ha vuelto a ser el mismo, los murmullos en las esquinas hablan de miedo y de enojo. Dicen que la última persona que la vio con vida fue su pareja sentimental, identificado como Francio “N.”, conocido en el pueblo como “Paco”. Sin embargo, hasta ahora las autoridades no han dado a conocer avances en la investigación ni han informado sobre la búsqueda del presunto implicado.
Mientras tanto, los vecinos se organizan, levantan pancartas y prenden velas frente a la casa de la joven. No solo reclaman justicia para María de Jesús, sino también seguridad para todas las mujeres que, como ella, salen cada día a trabajar sin saber si regresarán. Su nombre se ha vuelto símbolo de resistencia, de dolor y de exigencia; un eco que se repite en cada calle: “Ni una más.”






