Redaccion | El Piñero
Oaxaca.- La tarde prometía rutina en Pinotepa Nacional hasta que, a las 3:00 pm, la carretera artesanal rumbo a Santa María Jicaltepec se convirtió en escenario de un ataque armado. Un joven perdió la vida justo frente al famoso Bar California, donde la música quedó opacada por el eco de las detonaciones. Los paramédicos de Protección Civil llegaron corriendo, pero su intervención fue más protocolo que rescate: nada pudieron hacer.
El relato de los vecinos parece sacado de un libreto repetido: sujetos desconocidos, motocicleta, disparos y huida rumbo a la nada. La víctima, tirada a la orilla de la vía, pasó de ser un habitante más a un número en la estadística. La rutina del municipio se detuvo por minutos, mientras curiosos, con el paraguas en una mano y el miedo en la otra, miraban cómo la tragedia ocupaba el lugar del tránsito cotidiano.
Y claro, las autoridades no podían faltar al acto final. Llegaron a acordonar el área, desplegar cintas amarillas y posar en la coreografía que ya se saben de memoria. Prevención, vigilancia, seguridad… esas palabras quedaron atoradas en algún escritorio. Lo único que sí llegó a tiempo fue el operativo tardío y las diligencias de la Agencia Estatal de Investigaciones, porque en este guion la policía siempre aparece después de la tormenta. Pinotepa duerme intranquilo, pero el discurso oficial dirá que “todo está bajo control”.