Oaxaca.- Con bombo, platillo y discurso en mano, el Gobierno del Estado de Oaxaca inauguró la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de San Bartolo Coyotepec, una obra que —según cifras oficiales— beneficiará a más de 4 mil 700 habitantes del municipio y sus alrededores. La instalación cuenta con 110 paneles solares que alimentan su sistema y una capacidad para sanear 8 litros por segundo, todo bajo el sello de una gestión que presume sustentabilidad y eficiencia.
En medio del sol y los aplausos, el corte de listón simbolizó más que el inicio de operaciones, fue la postal del nuevo discurso ambiental que busca reposicionar a Oaxaca como un referente en infraestructura verde, aunque se está lejos de esa meta. Esta planta no sólo limpiará aguas, sino también conciencias políticas, al menos por un rato. Los pobladores observan esperanzados que las promesas de salud, bienestar y desarrollo dejen de fluir únicamente en los discursos y comiencen a circular por las tuberías recién instaladas.
Acompañado por Neftalí Amigdael López Hernández, titular de CEABIEN, y Carlos Vichido Hernández, secretario de Infraestructuras, el gobernador reafirmó su compromiso con la Primavera Oaxaqueña, esa etapa que promete florecer con obras sustentables y progreso para todos. Los funcionarios subrayaron que esta planta representa una victoria frente a la contaminación, aunque —como suele ocurrir— el verdadero reto será mantenerla funcionando más allá del aplauso inaugural.
Así, entre discursos ecológicos y fotografías oficiales, San Bartolo Coyotepec recibió su nueva joya hidráulica. Una planta que, si cumple su promesa, podría purificar no sólo el agua, sino también un poco de la confianza ciudadana. Porque en Oaxaca —como en muchas otras geografías del país— limpiar el agua es fácil; lo difícil es mantener limpia la gestión.