Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca.- La tarde de este jueves 18 de septiembre, la Sección Séptima de Tlacolula de Matamoros fue testigo de un accidente entre un mototaxi y una motocicleta que terminó con el fallecimiento del conductor del mototaxi. La intersección de las calles Porfirio Díaz y Adalberto J. Acevedo, conocida por su alto flujo vehicular y su escasa regulación vial, volvió a demostrar que circular por la zona es un verdadero desafío para peatones y conductores.
Elementos de la Cruz Roja llegaron con rapidez para atender al conductor herido y trasladarlo a una clínica privada, pero ni los esfuerzos médicos ni la buena voluntad pudieron revertir la gravedad de las lesiones. Mientras tanto, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca inició la investigación, con peritajes de tránsito y testimonios de testigos, mientras el conductor de la motocicleta permanecía en el sitio, quizá más por obligación que por conciencia de la precariedad vial que los rodea.
La infraestructura y regulación vial brillan por su ausencia. Ni señalización clara, ni operativos preventivos ni patrullajes constantes logran evitar que estos accidentes se repitan. La autoridad local sigue confiando en que la “experiencia” de los conductores sea suficiente para circular sin incidentes, dejando en evidencia que la prevención sigue siendo un lujo que esta zona no tiene. La ciudadanía, mientras tanto, debe sortear calles que más parecen campos de obstáculos que vías seguras.