Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca.- El domingo 14 de septiembre, Santa María Zaniza volvió a ser escenario de su viejo conflicto con Santiago Amoltepec. Comuneros acudieron al paraje Río Algodón a revisar sus sembradíos y terminaron enfrentándose con pobladores vecinos. El resultado: dos lesionados —uno trasladado por vía aérea— y un número incierto de comuneros que, según sus familias, permanecen desaparecidos y retenidos desde hace más de un día y medio.
En medio del dolor, las mujeres de la comunidad no se quedaron calladas. Denunciaron que sus esposos, hijos y hermanos no han probado bocado desde el domingo y exigieron la intervención del gobernador Salomón Jara Cruz. Con ironía punzante, le recordaron que no basta con sobrevolar en helicóptero para la foto, sino que debe “aterrizar y caminar” para ver la realidad en la tierra que gobierna.
Mientras tanto, desde la comodidad del escritorio, el Secretario de Gobierno Jesús Romero salió a declarar lo obvio: que el pleito es añejo y que sí, hubo heridos y desaparecidos. Evitó dar números concretos y, para rematar, aseguró que nada de esto afectaría los festejos patrios en los 570 municipios. Porque claro, en Oaxaca las fiestas no se cancelan aunque la violencia se multiplique; total, el grito siempre suena más fuerte que el auxilio de los pueblos olvidados.