➡️ El arzobispo exhortó a que la jerarquía católica camine con el pueblo, atendiendo los contextos de pobreza, violencia, feminicidios y conflictos comunitarios que golpean a Oaxaca y al país.
➡️ Astillero destacó que este posicionamiento marca una diferencia notable respecto al comportamiento de prelados anteriores
Eugenio GONZÁLEZ | El Piñero
Ciudad de México.– Un mensaje poco habitual dentro de la jerarquía católica mexicana generó revuelo tras ser expuesto por el periodista Julio Hernández Astillero, quien destacó la relevancia y el tono crítico del discurso pronunciado por el arzobispo de Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, durante una intervención en la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Astillero presentó fragmentos de la locución episcopal y subrayó que se trata de una “crítica interna al clero mexicano”, algo que consideró necesario y oportuno en el contexto social actual. El periodista atribuyó la localización y el aviso de este material al reportero oaxaqueño Octavio Vélez, a quien reconoció por más de tres décadas de trayectoria cubriendo movimientos sociales, incluida la histórica rebelión de la APPO.
“RESISTENCIA AL CAMBIO, ENFOQUE BUROCRÁTICO Y CULTURA DE PODER”
Durante su intervención ante los obispos del país, Vázquez Villalobos expuso sin rodeos las fallas estructurales que, desde su experiencia, han frenado la “conversión pastoral” dentro de la Iglesia mexicana:
• Resistencia al cambio dentro de la propia estructura episcopal.
• Exceso de burocracia y administración, en detrimento del trabajo espiritual y pastoral.
• Falta de formación en gestión, tanto de presbíteros como de las diócesis.
• Un arraigado apego a tradiciones institucionales que impide una renovación auténtica.
• La pérdida de contacto con la realidad de las personas, alejando al clero del sufrimiento cotidiano.
• Una persistente cultura de poder y control, en vez de una vocación de servicio.
El arzobispo insistió en que la Iglesia está llamada a una “continua conversión personal y pastoral” para sostener la sinodalidad —la participación del pueblo de Dios en las decisiones eclesiales— como base de una Iglesia viva y comunitaria.
“NUESTRO PUEBLO GRITA DE DOLOR”
En un segundo fragmento, también destacado por Astillero, Vázquez Villalobos lanzó un llamado urgente a sus pares episcopales:
“Nuestro pueblo grita, grita de dolor, de sufrimiento y de impotencia.
Por eso, como obispos, tengamos la valentía de escuchar este potente grito y convertirnos con sinceridad… en lo personal, en lo pastoral y en lo sinodal.”
El arzobispo exhortó a que la jerarquía católica camine con el pueblo, atendiendo los contextos de pobreza, violencia, feminicidios y conflictos comunitarios que golpean a Oaxaca y al país.
UN CONTRASTE CON EL PASADO RECIENTE
Astillero destacó que este posicionamiento marca una diferencia notable respecto al comportamiento de prelados anteriores. Recordó, en particular, al exarzobispo José Luis Chávez Botello, a quien señaló por haber protegido a un sacerdote acusado de cometer abusos sexuales contra jóvenes indígenas en distintos municipios de Oaxaca. Según el periodista, Chávez Botello encubrió al clérigo durante años moviéndolo de parroquia en parroquia, permitiendo que continuaran las agresiones.
En contraste —dijo—, Pedro Vázquez Villalobos ha mostrado una postura más abierta, evangélica y cercana a los problemas sociales. Ha hablado públicamente sobre pobreza, feminicidios, violencia comunitaria, diversidad sexual y otros temas que tradicionalmente eran evitados por la jerarquía eclesiástica local.
UN MENSAJE QUE ABRE DEBATE EN LA IGLESIA MEXICANA
El discurso del arzobispo de Oaxaca, sumado al análisis de Astillero, abre una ventana a un debate más profundo sobre el papel pastoral, político y social del clero en México.
Un mensaje que, para el periodista, representa un “momento relevante de autocrítica interna” dentro de una institución históricamente marcada por silencios, resistencias y omisiones.






