Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz.- En el Sur de Veracruz, la carretera que une Sayula de Alemán con Texistepec se ha convertido en escenario de incertidumbre. Desde el 9 de septiembre, tres empresarios —José Francisco Sánchez Avendaño de 59 años; Carlos Alberto Bernáldez Cartagena de 36 años; y Jesús Trujillo Pacheco de 75 años— desaparecieron mientras se dirigían a Texistepec, dejando atrás solo el rumor de su trayecto y una Suburban blanca, placas YFU-570, que apareció días después en un paraje cercano al rancho Santa Rosa, como si quisiera participar en un juego de escondidas que nadie pidió.
Los días han pasado y los detalles se amontonan como papeles en un escritorio sin organizar: fichas de búsqueda emitidas apenas para dos de los empresarios, diligencias en curso de la Fiscalía General del Estado, y familias que revisan cada llamada, cada mensaje, cada señal mínima, esperando que algo, cualquier cosa, arroje luz sobre lo ocurrido. Mientras tanto, la camioneta encontrada parece más un testigo silencioso que cualquier otra cosa, estacionada en el paisaje rural como una escenografía que nadie sabe interpretar.
Y mientras la comunidad observa con creciente inquietud, las autoridades locales mantienen un curioso estilo de invisibilidad profesional: sin actualizaciones claras, sin presencia visible en la zona, solo la promesa de investigaciones en curso que, hasta ahora, no se traducen en avances concretos. Veracruz, con su historia de sorpresas y desencantos, se mantiene expectante, preguntándose si estos empresarios aparecerán o si su desaparición quedará registrada únicamente en el archivo burocrático y en la memoria inquieta de quienes los esperan.