Por: Roberto POLO | El Piñero
En Loma Bonita, la tierra piñera de Oaxaca, hay una parada de transporte público que se convirtió en metal oxidado. Es un pedazo de historia que espera el regreso de sus mejores días.
Se instaló hace muchos años —quienes lo recuerdan podrán dar fe— frente al actual Hospital IMSS-Bienestar, antes conocido como Hospital Comunitario. Su propósito era brindar sombra y resguardo a quienes esperaban un taxi o camión pasajero bajo el intenso Rey Sol.
Construida con estructura metálica, con el tiempo comenzó a deteriorarse hasta mostrar corrosión, sarro y desgaste visibles. Hoy, su estado es lamentable. Carece de techo, de lámina o cualquier elemento que vuelva a convertirla en lo que fue, un refugio contra el calor sofocante.
Son pocos los que todavía la usan, y solo cuando el sol no está en su punto más alto. El que alguna vez fue un espacio útil, ahora es apenas una estructura oxidada, incapaz de proteger a nadie del agobiante clima que solo un lomabonitense sabe soportar.