Entre los personajes implicados en la trama descubierta por la investigación Pandora Papers figuran amigos y familiares del expresidente Enrique Peña Nieto –que destacan en la escena nacional por su poder político y económico–, como empresarios, contratistas, gobernadores y exgobernadores, así como hijos de funcionarios federales del sexenio pasado.
CIUDAD DE MÉXICO.– Pese al repudio de la población, que se ganó a fuerza de escándalos, el expresidente Enrique Peña Nieto siempre estuvo rodeado por amigos influyentes; algunos tenían mucho dinero, otros mucho poder político y otros acumulaban ambos. Varios de ellos controlaban, paralelamente, estructuras escondidas en el mundo offshore.
Entre esos personajes destacan empresarios que le hicieron favores, como Juan Armando Hinojosa Cantú y Ricardo Pierdant Grunstein; contratistas vinculados al PRI, como Carlos Peralta Quintero, o integrantes del Grupo Atlacomulco, como su primo Alfredo del Mazo, el actual gobernador del Estado de México, y los hijos de su mentor, el también exgobernador Arturo Montiel Rojas. De igual manera figuran integrantes de su gabinete o familiares, como Enrique Martínez y Martínez –su titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa)–, el hijo de su exprocurador Jesús Murillo Karam, así como dos hermanos de Alberto Bazbaz Sacal, su poderoso titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen). Pero también existen familiares de su entonces aliado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jesús Sesma Suárez.
Investigación global
Las estructuras offshore de los aliados de Peña Nieto fueron detectadas por Proceso y otros 149 medios en 117 países entre los cerca de 12 millones de documentos analizados en el marco de la investigación internacional #PandoraPapers.
Durante más de un año el ICIJ organizó a más de 600 periodistas en la colaboración más grande en la historia del periodismo, quienes encontraron más de 35 jefes de Estado y 300 funcionarios de alto nivel de una cuarentena de países.
Los #PandoraPapers se suman a algunos de los casos en los cuales los principales aliados de Peña Nieto usaron la industria offshore para presuntas actividades delincuenciales, como su abogado y amigo, Juan Ramón Collado Mocelo, quién utilizó estructuras de papel para enviar más de 120 millones de dólares a sus cuentas escondidas en la polémica Banca Privada d’Andorra (BPA).
Las mismas cuentas tuvieron una historia rocambolesca: la justicia de Andorra las congeló en 2015, el gobierno de Peña Nieto montó una operación de Estado que logró descongelarlas en 2018 y las autoridades del principado volvieron a congelarlas después de la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.
La operación de Estado de la administración de Peña, junto con el modus operandi de Collado para enviar dinero en efectivo a Andorra –mediante casas de cambio en México, vinculadas a su despacho y al banquero Carlos Djemal Nehmad, encarcelado en Estados Unidos por fraude– despertaron sospechas de que los fondos no eran exclusivamente para el abogado, sino también para sus clientes, entre ellos los expresidentes Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari.
Por cierto, entre los millones de documentos de los Papeles de Pandora se encuentran dos millones 185 mil archivos internos del despacho panameño Alemán, Cordero, Galindo & Lee (Alcogal), que BPA utilizó para crear estructuras offshore en Panamá para algunos de sus clientes, como un amigo y supuesto prestanombres de Del Mazo.
De hecho, Juan Marc Masson, quien durante años representó BPA en México, aparece como cliente personal de Alcogal.
En la época en que era su amigo, aliado, operador electoral –como coordinador de asuntos internacionales de su campaña a la presidencia de 2012–y posteriormente director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin también usó estructuras offshore en las Islas Vírgenes Británicas (BVI) y cuentas bancarias en Suiza para recibir sobornos de la empresa Odebrecht y de Altos Hornos de México (AHMSA), parte de los cuales fueron a parar a la campaña del priista, según reconoció ante la justicia.
El rostro del peñanietismo
Entre los innumerables casos de corrupción que caracterizaron el sexenio de Peña Nieto, como los desvíos multimillonarios mediante empresas fantasma, conocidos como la Estafa Maestra, los fraudes colosales a Pemex o los sobornos de Odebrecht, el caso del tamaulipeco Juan Armando Hinojosa Cantú podría quedar como el más emblemático para entender el modus operandi de la administración pasada.
Hinojosa Cantú fue, a la vez, uno de los mayores contratistas de Peña Nieto, con obras por más de 60 mil millones de pesos en el gobierno del Estado de México y en el gobierno federal; al mismo tiempo financiaba la mansión de Peña Nieto y su esposa en Las Lomas, y la de su poderoso secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, en el club de Golf de Malinalco; prestaba sus jets privados al expresidente y sus amigos, y, según Lozoya, triangulaba dinero en efectivo para el mandatario.
La dimensión del personaje en el esquema de poder de Peña Nieto salió a la luz cuando el equipo de investigación de Aristegui Noticias reveló el escándalo de la Casa Blanca, lo que llevó al gobierno de Peña Nieto a crear un incidente diplomático con China, cuando canceló el proyecto multimillonario del tren México–Querétaro, otorgado a un consorcio encabezado por la paraestatal China Railway Construction Corporation en el cual Hinojosa Cantú participaba.
En la denuncia que interpuso ante la Fiscalía General de la República (FGR) en agosto último –para convertirse en testigo denunciante, y evitar la cárcel–, Lozoya aseveró que el empresario era el prestanombres de Peña Nieto, y que el expresidente y Videgaray “impulsaron” a Grupo Higa en las obras de construcción, lo cual funcionó “hasta que estalló el escándalo de la Casa Blanca”.
Abundó: “Después de la Casa Blanca, Juan Armando Hinojosa se dedicó a intermediar entre empresas de construcción, SCT y Pemex. Es de mi conocimiento, por voz propia de Juan Armando Hinojosa, que recibía este tipo de comisiones, que normalmente oscilaban entre 2 y 5% del total del costo final de las obras. Dichos montos eran entregados en efectivo a Juan Armando Hinojosa, y éste, a su vez, los compartió también en efectivo con Enrique Peña Nieto”.
Además, en el arranque del sexenio el tamaulipeco se benefició de una condonación personal de impuestos por ocho millones 695 mil pesos, y su empresa Constructora Teya, por otros 26 millones 124 mil pesos.
Hinojosa Cantú tiene un largo historial en el mundo offshore: Proceso y Aristegui Noticias revelaron en abril de 2016, en el contexto de la investigación global Panama Papers –también coordinada por el ICIJ–, un complejo esquema diseñado por los asesores financieros de Hinojosa Cantú para mover más de 100 millones de dólares escondidos en cuentas bancarias, a nombre de sociedades de papel hacia tres fideicomisos en Nueva Zelanda, abiertos a nombre de su madre y de su suegra, y fundaciones en Países Bajos.
El traslado de las cuentas bancarias se realizó en los primeros meses de 2015, semanas después de estallar los escándalos de la Casa Blanca y de la casa de Videgaray en Malinalco, los cuales no fueron una razón suficiente para que los empleados del despacho panameño Mossack Fonseca frenaran la operación.
Cinco de las sociedades reveladas en los Panama Papers: Noble Advisors Limited, Notable Worldwide Corp., Afrika Ventures Limited, Cabbits Marketing Limited y Starbright Investments Inc. fueron creadas de la mano con el despacho Trident Trust, cuya sede principal se encuentra en las BVI. Estas compañías, a su vez, poseían portfolios en los bancos JP Morgan, UBS, la Deutsche Bank y Mark & Spencer, por un valor calculado en 100 millones de dólares.
Aparte, Hinojosa Cantú creó otra sociedad en abril de 2010, llamada Paradice Services Limited, de la cual puso como accionista a una de sus empresas inmobiliarias, Bienes Raíces H&G. Ese mismo año Hinojosa Cantú celebró un contrato para abrir una cuenta bancaria en UBS Financial Services de Houston, Texas, y en ella indicó que su fortuna neta rondaba los 60 millones de dólares, con un ingreso anual de cinco millones de dólares.
Esa fortuna se disparó tras la llegada de Peña Nieto en Los Pinos: apenas cinco años después sus contadores del despacho D’Orléans, Bourbon & Associates aseveraron a los empleados de Mossack Fonseca que los 100 millones de dólares escondidos en los esquemas offshore representaban “solamente una pequeña parte del portfolio del cliente, y vemos un alto potencial de crecimiento ya que es uno de los hombres de negocios más prominentes de México”.
Hasta el momento, por más incomprensible que sea, Hinojosa Cantú no ha sido sancionado, aunque en febrero pasado la Auditoría Superior de la Federación (ASF) interpuso una denuncia ante la FGR por irregularidades detectadas en la obra del Hangar Presidencial, realizada por Grupo Higa.
La Secretaría de la Función Pública (SFP), a su vez, interpuso una denuncia ante la FGR en 2019, tras percatarse que el expediente de la investigación sobre la Casa Blanca no estaba en los archivos de la institución, pues había sido sustituido por una copia de la versión pública antes de entregar la dependencia al gobierno de López Obrador. En marzo pasado, un juez de control vinculó a tres personas a proceso por ese asunto.
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