Redacción El Piñero
La noche del martes, Papantla vivió un episodio insólito y alarmante frente al Palacio Municipal. En plena vía pública, un hombre fue privado de su libertad por dos personas inesperadas: su propia hija y su yerno.
De acuerdo con los primeros reportes, ambos lo subieron por la fuerza a una camioneta blanca en las escalinatas del Ayuntamiento, presuntamente para presionarlo en medio de un conflicto de herencia familiar.
Testigos alertaron a las autoridades, lo que desató un operativo policial que recorrió calles aledañas como Azteca y Alberto García, cerca de la primaria Concepción Fuentes y un conocido restaurante de mariscos. Finalmente, la víctima fue localizada y rescatada sin presentar lesiones.
Pese a lo ocurrido, no hubo detenidos. La policía informó que al no existir flagrancia ni denuncia formal, los familiares involucrados no pudieron ser retenidos. El caso se cerró tras dialogar con las partes, lo que generó desconcierto entre la ciudadanía.
Más allá del hecho, la situación deja al descubierto la fractura que puede generar un conflicto por bienes en el seno de una familia. La pregunta queda abierta: ¿hasta dónde pueden escalar las disputas internas antes de romper los vínculos más profundos?