Luis Velázquez | Malecón del Paseo
Veracruz.- EMBARCADERO: El escritor Carlos Fuentes Macías quiso nacer en Veracruz, pero nació en Panamá…
Su padre, diplomático…
Y luego de profesar tanto amor a México siguió el camino del dictador Porfirio Díaz Mori y sus restos descansan, con los de sus hijos, en París…
En Montparnasse, donde también está sepultado el cronopio argentino, Julio Cortázar, Rayuela…
En el año 2018, seis años después de su muerte, en forma discreta, muy discreta, cuenta el reportero Andrés Timoteo Morales, sus restos fueron trasladados a la llamada Ciudad Luz…
Allí también fueron depositados los restos de sus hijos, Carlos y Natasha, creados y procreados con la reportera Silvia Lemus…
En su momento, Fuentes Macías dijo que estaba ansioso por irse a la mansión parisina y que era el discreto mausoleo donde ya estaban sus hijos…
ROMPEOLAS: Casi toda su vida, Julio Cortázar vivió en París…
Su novela más conocida y famosa, Rayuela, se desarrolla en París…
En Rayuela, recuerda Andrés Timoteo, un personaje dice al otro…
“A mí no me engañas. Todos los que vienen a París solo es por dos cosas: hacer el arte o hacer la revolución”…
Carlos Fuentes, por ejemplo, vivió en casi todo el mundo…
Una parte del año alquilaba un departamento en Londres, donde se encerraba a escribir sin que nadie le hablara por teléfono ni lo molestara para tertulias…
Y en la tarde/noche, salía a cenar con su esposa y luego iban al teatro…
Fue un cosmopolita y así deseó que lo sepultaran…
ARRECIFES: En París también vivió Ernest Hemingway, el escritor más famoso de la llamada Generación Perdida y a la que pertenecieron, entre otros norteamericanos, William Faulkner, Jon Dos Passos y Francis Scott Fitzgerald…
Hemingway, el más conocido porque fue camillero en la Primera Guerra Mundial y cronista en la Segunda Guerra Mundial y en la guerra civil española…
Pero también, porque en África cazaba leones, tigres y elefantes…
Y en España, toreaba…
Y en Estados Unidos, boxeaba…
Y en Cuba, donde viviera veinte años, fue pescador, gallero y apostador en las carreras de caballos…
Pero sus restos quedaron en Estados Unidos, en tanto, ni hablar, los de Carlos Fuentes en París…
ESCOLLERAS: En París, Hemingway, quien vivió en un modesto departamento, acuñó la célebre y bíblica frase de “Éramos muy pobres pero muy felices”…
La cita está en su libro “París es una fiesta”, donde le entra la nostalgia y cuenta aquellos años locos y sus personajes…
Y de acuerdo con Andrés Timoteo, quien también vive en París, mínimo, desde hace unos 9, 10 años, el libro de Hemingway está hoy de moda…
En París, además, Hemingway inventó el cóctel Bloody Mary, quizá, acaso, en honor a su cuarta, quinta esposa, Mary Welsh, a quien le tocara el infortunio y la pesadilla del suicidio del autor de “Por quién doblan las campanas” aquel 2 de junio de 1961 cuando tomara una de las escopetas que utilizaba para cazar en África y se pegara un tiro…
PLAZOLETA: Muchos años después, el escritor Jorge Volpi fue a París… Y en París, dice, aprendió a sentirse latinoamericano, mucho más allá que mexicano…
En París, y por desgracia, una amante de José Vasconcelos Calderón, Ministro de Educación Pública con el presidente Álvaro Obregón, se pegó un tiro en el interior de una iglesia sentada en una banca, porque la vida con el filósofo, político, escritor y articulista, tan celoso que era, ferozmente celoso, era intolerable…
Más, porque la amante había abandonado a su esposo, un banquero, y a un hijo, para seguirlo en el exilio dorado luego de que fuera derrotado como candidato presidencial…
PALMERAS: Con todo, que mala onda que Carlos Fuentes Macías decidiera su sepultura en París… Parisino, francés, que debió sentirse…
Ni siquiera, vaya, Gabriel García Márquez quien viviera más tiempo allá y fuera sepultado en Colombia, su país de origen…
Gentleman, playboy, galán, siempre se creyó y sintió exquisito…
Y nunca, claro, es ni será lo mismo decir que está enterrado en el panteón de Cantarranas en el estado de Veracruz y/o la ciudad de México que en Montparnasse…
