Por El Piñitas
A Eviel Pérez Magaña no le dio tiempo ni que le tocaran las golondrinas, tuvo un cese fulminante como presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Oaxaca, la orden surgió desde la dirigencia nacional, luego del pacto para que Alejandro Avilés Álvarez, sea el virtual candidato al gobierno del estado.
Como le ha demostrado la experiencia electoral, Pérez Magaña no es la persona idónea para construir un PRI ganador, su imagen política está vinculada a la derrota y quienes quieren rescatar lo que quede del PRI en Oaxaca tomaron la mejor decisión, alejarlo, por lo menos durante el proceso electoral a la gubernatura de la escena mediática, porque su sola presencia enturbia cualquier posibilidad de triunfo, por mínima que sea.
En torno, a la mesa de la dirigencia nacional priista se sentaron quienes decidieron quien los representará en los comicios a la gubernatura de Oaxaca el primer domingo de junio del presente año y en esos acuerdos Eviel Pérez Magaña ya no fue necesario, así como quienes acudieron como aspirantes a la convocatoria emitida para seleccionar a la persona candidata a la gubernatura.
Hasta el momento se desconoce las explicaciones que tuvo que dar Eviel a quienes creyeron en su proceso electoral para seleccionar al candidato, porque como se acostumbra en el PRI le dijeron borrón y cuenta nueva, el tapado es fulano.
Con todo y su proceso electoral iniciado y sus aspirantes lo mandaron a chiflar la loma y para taparle el ojo al macho, por medio de sus redes sociales difundió una renuncia, pero al final de cuentas él no renunció, lo renunciaron y le dieron instrucciones para que nombrara a Javier Villacaña Jiménez, como secretario de Organización, para que de acuerdo a los estatutos, del aún tricolor, ascienda automáticamente a la presidencia estatal.
Eviel se ha servido del PRI y cuando le dan la encomienda que demuestre su capacidad, simplemente no da el ancho, por eso, en esta ocasión, le pidieron que dejara la dirigencia estatal en Oaxaca, porque si el PRI va a perder la gubernatura lo quieren hacer con dignidad, en la lucha electoral cuerpo a cuerpo, voto tras voto y para ello, tienen que desprenderse de personas como Eviel, a quien le quedó grande la política.
En esta ocasión, Eviel se va dolido, ahora él se siente traicionado, pues en la carta de su supuesta renuncia, expone que su aspiración política “apuesta al consenso y a la unidad y no a la fractura interna, sin embargo, en política todo tiene su tiempo y los tiempos tienen límites, esta dirigencia ha cumplido los acuerdos en lo fundamental atendiendo nuestra normatividad en todo momento, por ello y ante las circunstancias en las que se desarrolla el proceso de selección interna de candidato a gobernador de nuestro estado y como un acto de congruencia a mis principios, considero que es el momento oportuno para presentar mi formal renuncia al frente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en Oaxaca”.
El documento difundido en redes sociales iba en papel membretado personal, fechado en Oaxaca de Juárez el 17 de enero de 2022, pero sin destinatario, quizás en la dirigencia nacional, no lo recibieron, porque no se trató de una renuncia, sino de un cese.
Será este 18 de enero, a las cuatro y media de la tarde, cuando el otro perdedor, Javier Villacaña Jiménez tome protesta como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Javier Villacaña Jiménez perdió la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez ante candidatos morenistas en 2018 y 2021, seis años de derrotas, ahora, solo un milagro lopezobradorista le daría la oportunidad de que el PRI mantuviera la gubernatura en la entidad. Con estos enroques al interior del PRI, aún se duda, si quieren el triunfo o solo jugarle a la democracia.