El puchero, la carne picada con arroz y hasta el pozol, son auténticas bombas calóricas que disparan la glucosa.
Tabasco.-Los platillos tradicionales que más les gustan a los tabasqueños, como el puchero, la carne picada con arroz, el caldo de pollo con pasta y el pozol, disparan la glucosa en la sangre y son una auténtica bomba para los diabéticos, por lo que la Secretaría de Salud los urge a hacer cambios de dieta y estilo de vida.
El problema con estos alimentos es que no se cuidan las raciones, además de que suelen combinarse con arroz y tortilla, lo que multiplica la cantidad de carbohidratos ingeridos, explicó María Cristina Ramírez García, coordinador de las seis Unidades de Especial idades Médicas de Enf e rme d a d e s Crónicas (UNEME) que fueron instaladas en el estado, a partir del 2014, como parte de la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes.
El fideo es un cereal, la papa es un almidón, a parte hacemos el arroz y la tortilla.
Todos son carbohidratos y todos elevan los niveles de glucosa. El pozol lo pueden tomar sin azúcar, sin dulces. A un pozol blanco se le quita la grasa del cacao y equivale a la tortilla o media taza de arroz, comentó.
De acuerdo con la especialista, la dieta tabasqueña es saturada en carbohidratos es resultado de un cambio cultural suscitado en los últimos años, en el que los tabasqueños incrementaron su consumo de carnes de res y puerco, por lo que una ración de puchero puede aportar 331 kilocalorías.
Aumentan las raciones…
Con nuestros abuelos existían en las familias hasta diez hijos que comían con un pollo. Antes así era.
Lo cocían, le ponían las verduras y comían doce personas con un pollo.
Ahorita las familias son muy pequeñas y comemos con un pollo.
Hemos aumentado raciones dijo Ramírez García.
Además de ello, la nutrióloga destacó que los tabasqueños aumentaron su ingesta de carbohidratos y proteínas por el consumismo derivado de la comida rápida, como son las hamburguesas y las pizzas.
Estamos con una alimentación no propia del estado, pues antiguamente comíamos más natural y de diez o quince años para acá, hemos incrementado mucho la ingesta de comida rápida, sostuvo. A esto se suma la disminución en actividad física. Debido a la inseguridad y a que ambos padres trabajan, niños y jóvenes se quedan en casa frente a una pantalla, de manera que el riesgo de padecer diabetes aumenta con el sedentarismo, advirtió.
Los enseñan a comer
María Cristina Ramírez expuso que la Secretaría del Estado sigue a como los demás estados las directrices de la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes; sin embargo, señaló que uno de los temas más difíciles en la entidad es que el paciente reconozca los riesgos que implica descuidar su dieta.
Normalmente, cuando hay una enfermedad crónica, ellos entran en una negación que, según estudios, puede tardar hasta un año antes de que se sometan a tratamiento, para entonces ya tuvieron una complicación y terminan en el hospital.
Nuestra función como sector salud es encontrar a quienes potencialmente son candidatos para que tengan diabetes, les explicamos que están en un semáforo en amarillo, pero si hoy no se cuidan van a ser diabéticos en muy poco tiempo. Nosotros tenemos que educar a la población, no se trata de quitarle todos los alimentos, se trata de educar para que tengan la capacidad de decidir, declaró.
Para hacerlo, se llega incluso al grado de pedirle a los pacientes que lleven su comida tal como la hacen en casa, así se observa comúnmente el error de agregarle a todo arroz y tortilla, por lo que se les recomienda llevar un control de sus raciones de carbohidratos.
Esto significa, ejemplificó, sustituir la calabaza criolla por la de tipo italiano, como también añadir ensaladas de verduras a las comidas cotidianas, lo cual tampoco forma parte de la dieta tradicional.
Lidera Tabasco en UNEMES
Esta labor se lleva a cabo en los UNEMES: Clínicas especializadas en la atención a pacientes con diabetes, hipertensión, obesidad y alto colesterol; son multidisciplinarias, con médicos especialistas, psicólogos, nutriólogos, las cuales se ubican en los municipios de Centro, Cárdenas, Cunduacán, Teapa, Macuspana y Emiliano Zapata.
Con información de Mariel Arroyo y Carlos Marí.