➡️ Todas las instancias han guardado un silencio que huele más a encubrimiento que a mera omisión, señala Abundio Hernández
➡️En Oaxaca, donde presidentes municipales acusados de corrupción y violencia se mantienen en el poder gracias a redes de protección política.
Redacción El Piñero
Oaxaca, México.- En el corazón de la Sierra Sur de Oaxaca, Pluma Hidalgo vive una crisis de gobernabilidad marcada por denuncias de corrupción, abusos de poder y un pacto de impunidad que, hasta ahora, ninguna autoridad parece dispuesta a romper.
El tesorero municipal, Abundio Hernández Bohórquez, ha hecho pública una denuncia contra el presidente municipal David Aguilar Velázquez, a quien acusa de falsificación de documentos oficiales, uso indebido de sellos institucionales e, incluso, de portar un arma de uso exclusivo del Ejército.
Las acusaciones no son menores, fueron presentadas ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Auditoría Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (ASFEO) y la Fiscalía Anticorrupción. Sin embargo, hasta ahora, todas las instancias han guardado un silencio que huele más a encubrimiento que a mera omisión.
El señalamiento directo de Hernández Bohórquez apunta hacia el secretario de Gobierno, Jesús Romero López, a quien responsabiliza de proteger a Aguilar Velázquez. Para el tesorero, la omisión no es casual, responde a una estrategia política que, en nombre de la estabilidad, sacrifica la justicia y permite la continuidad de prácticas corruptas.
En un municipio considerado bastión de Morena, los principios que la llamada Cuarta Transformación convirtió en dogma —no robar, no mentir, no traicionar— se desmoronan frente a la realidad de la corrupción municipal y la complicidad estatal.
La denuncia pública no solo busca atención mediática, sino también un llamado urgente a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, y al gobernador Salomón Jara Cruz, para que dejen de solapar las irregularidades y actúen con firmeza contra los responsables.
“El pueblo de Pluma Hidalgo no merece un gobierno municipal marcado por la corrupción y el abuso de poder. Oaxaca tampoco puede seguir siendo rehén de autoridades locales protegidas por la indiferencia del poder estatal”, acusa Hernández Bohórquez.
El caso de Pluma Hidalgo no es aislado, refleja el viejo patrón que sigue repitiéndose en diversos municipios de Oaxaca, donde presidentes municipales acusados de corrupción y violencia se mantienen en el poder gracias a redes de protección política.
Mientras tanto, la ciudadanía enfrenta un panorama desolador: instituciones que no responden, autoridades que callan y un sistema de justicia que, en lugar de ser garante, termina siendo cómplice por omisión.
Pluma Hidalgo, cuna de café y de historia, hoy es el vivo ejemplo de cómo los principios de la 4T se traicionan bajo la sombra del silencio oficial.
