•Era exalcalde de la polvorienta Mixtla de Altamirano y su padre fue cuatro veces presidente municipal
• ¡Vaya mensajito!: su esposa, Francisca Morales, es candidata del PRI a la alcaldía tan riesgosa que se ha vuelto
• Van más de cuarenta políticos ejecutados en el tiempo sagrado y bíblico de la 4T, la gran purificación moral
Luis Velázquez | El Piñero
Primero, fue secuestrado.
Luego, desaparecido.
Después, asesinado.
De inmediato, desmembrado, hecho cachitos, pedacitos.
Entonces, arrojaron las partes en la carretera de Zongolica a Los Reyes, enclavados ambos municipios en la montaña negra de Zongolica.
Se llamaba Gonzalo Elías Tzopiyactle Colohua.
Había sido presidente municipal de Mixtla de Altamirano.
Y regidor.
Y su esposa, Francisca Morales, es candidata del PRI a la presidencia municipal de Mixtla.
Mixtla de Altamirano, en homenaje a Ignacio Manuel Altamirano, el periodista, escritor, político y diplomático.
Allí mismo donde antes, mucho antes, el tiempo sombrío, sórdido y siniestro de la 4T en Veracruz iniciara con la emboscada a la alcaldesa María Vallejo, de 27 años, y a su esposo, Efrén Topiyactle, de 22 años, y al chofer del Ayuntamiento, la noche del 24 de abril del año 2019, apenas, apenitas, apenititas iniciado el sexenio del góber obradorista.
Luego, también fue asesinado el jefe policiaco de Mixtla, José Abel García Castillo, hermano de Sabino García Castillo, escolta de la presidenta municipal de Mixtla.
Además, el secuestro, desaparición y crimen de Elías Tzopiyactle Colohua se encarta en una familia con mucha, muchísima tradición política.
El padre, Pedro Tzopiyactle fue alcalde en cuatro ocasiones.
Uno más.
AQUELLOS TIEMPOS SÓRDIDOS DE VERACRUZ
De hecho y derecho, bien pudiéramos estar regresando con la 4T a los tiempos nublados, grises, oscuros, cruentos y rudos de Rafael Hernández Ochoa cuando en el municipio de Tehuipango, límites con el estado de Puebla, unos pistoleros encapuchados entraron a la calle principal del pueblo disparando “a diestra y siniestra” contra todo ser viviente dejando un tiradero de cadáveres.
Tiempo aciago para Hernández Ochoa cuando el presidente era Luis Echeverría Álvarez y durante 3, 4 meses lo congelara sin responder el teléfono, pues entre los asesores de Echeverría estaban Alfredo Vladimir Bonfil, su consentido como líder nacional de la Confederación Nacional Campesina, y Augusto Gómez Villanueva como su secretario de la Reforma Agrario, por cierto, candidato otra vez a diputado federal pluri por el lado priista.
Incluso, con la violencia de hoy en Zongolica se vuelve al tiempo de Agustín Acosta Lagunes cuando en respuesta a la miseria, la pobreza, la jodidez y la violencia fue creado el TINAM, Todos los Pueblos de la Sierra Están Unidos, encabezado por las hermanas Norma y Gloria Arenas Ajiz y el profesor Felipe Castro, y significara un terrible y espantoso dolor de cabeza para aquel sexenio.
Al momento, y en los dos últimos años y 4 meses, más de cuarenta políticos y líderes partidistas y sindicales han sido asesinados.
Veracruz, en el primer lugar nacional con el crimen de políticos.
Además, indicativo y significativo, de todos los partidos políticos.
Sobre todo, del PRI, PRD, PAN y MORENA.
Aquí, “la muerte tiene permiso” como intitulara Edmundo Valadés a una de sus novelas.
Veracruz, oliendo a pólvora, río de sangre, lloviendo fuego desde las alturas.
Cada vez más y más cruces en el camposanto.
Y más niños huérfanos y parejas viudas.
El dolor y el sufrimiento familiar multiplicado en cantidades matemáticas y algebraicas.
Agustín Acosta Lagunes lo decía con frase bíblica, memorable, citable y recordable:
“La violencia es inevitable, ni modo”.
Con todo, en cuarenta días (los cuarenta días y noches del diluvio universal), Fernando Gutiérrez Barrios, el policía-político, el político-policía, pacificó Veracruz acabando con los caciques y pistoleros aglutinados de la llamada “Sonora Matancera”, en nostalgia por “La Sonora Santanera”.
Tiempo cuando existiera la bamba sangrienta, la bamba violenta.
Tiempo hoy.
Tiempo de morir.
¡VAYA MENSAJITO A LA ESPOSA!
Si Gonzalo Elías Tzopiyactle Colohua había sido regidor y presidente municipal de Mixtla…
Y su padre, cuatro ocasiones alcalde del pueblo…
Y su esposa, Francisca Morales, es candidata del PRI a la alcaldía…
Entonces, ¡vaya mensajito su plagio, desaparición y asesinato para la esposa!
Calambre canijo.
Simplemente, aterrorizar a la esposa para que desista de la nominación, pues “a todas luces” está arriesgando y exponiendo la vida.
