El Piñero, Periodismo y Debate
Oaxaca – Rechazar de manera enérgica el Acuerdo Presidencial que declara de
interés público y de seguridad nacional, los megaproyectos Tren Maya,
Programa Integral Morelos, Corredor Interoceánico, Aeropuerto de Santa
Lucía entre otros, que ordena a las dependencias oficiales que las autorizaciones para su realización se otorguen en un plazo de cinco días hábiles, fue uno de los acuerdos a los que se llegó durante el Foro Nacional de Resistencias y Alternativas de los Pueblos frente al Capital Transnacional y la Militarización llevado a cabo los días 4 y 5 de diciembre en el poblado de El Polvorín, en el municipio de Petapa, Oaxaca.
Esta localidad, ubicada en la región del Istmo de Tehuantepec, fue la sede de este encuentro de comunidades, organizaciones, redes, grupos de trabajo y colectivas
provenientes de 14 estados de la república, bajo la preocupación por el clima de violencia, los despojos y la sistemática violación a los derechos que vienen sufriendo los pueblos del país, se dice en el pronunciamiento final.
Se agrega que con el decreto presidencial “nuestros pueblos quedan en un
estado de indefensión, ya que promueve la imposición de los megaproyectos,
el ocultamiento de información, la imposibilidad de las comunidades de
utilizar medios de defensa frente a la militarización y criminalización de la
protesta social, como ya anuncian los empresarios tabasqueños Marín
Mollinedo, titular del Corredor Interoceánico, y Jiménez Pons responsable del
Tren Maya”.
Al concluir el foro se dijo que el rechazo tiene su origen en que se trata de “un acto autoritario, contrario a la Constitución y por ser violatorio de los derechos de nuestros pueblos, derechos ganados después de largos años de lucha en contra el autoritarismo de caciques y gobiernos”.
Ante esta situación se hace un llamado “a los pueblos de nuestro país a levantar la voz y a combatir este Acuerdo por todas las vías posibles y de manera organizada, movilizándonos e impulsando recursos legales, con el fin de frenar esta ofensiva que desde Palacio Nacional beneficia al gran capital y que pone en peligro el territorio, los derechos de los pueblos, la soberanía nacional y la vida de nuestras gentes”.
Durante el foro se hicieron diversas denuncias públicas “como los asesinatos de más de 50 defensores comunitarios, entre ellos los de Samir Flores, Luis Armando Fuentes y Noé Jiménez Pablo; el injusto encarcelamiento que sufren decenas de luchadores y luchadoras sociales como Kenia Hernández y Salvador Pinal Meléndez; desaparecidos como Sergio Hernández Rivera y Ernesto Sernas; y el desplazamiento de comunidades enteras como lo denunciaron las mujeres triquis de San Juan Copala y de Tierra Blanca, Oaxaca y de Aldama y Chenalho, Chiapas”.
También se denunció, el clima de violencia que viven los pobladores
en Texistepec, Veracruz; Escárcega, Campeche y Tagolaba, Tehuantepec,
Oaxaca, “quienes enfrentan a grupos de delincuentes que tratan de despojarlos
violentamente de sus tierras”.
En este foro, tuvieron una participación destacada las mujeres, quienes hicieron múltiples reclamos sobre el hecho de que se sigue brindando impunidad a los
responsables de violencia de género y de cómo se encuentran en una situación
deplorable los servicios de salud pública.
Por ello, se acordó exigir a las autoridades de los tres niveles, que sean liberados los y las presas políticas, sean atendidas de manera inmediata las demandas de las mujeres, castigados los responsables de los asesinatos de nuestras compañeras y compañeros; presentados con vida los y las desaparecidas y sean creadas las condiciones de seguridad para el retorno de los cientos de familias desplazadas. Y, desde luego, exigimos sean atendidos los legítimos reclamos de los trabajadores de la Educación, de la Salud y de los petroleros”.
Las mujeres y los hombres asistentes al foro hicieron un llamado fraterno “para seguir construyendo y fortaleciendo nuestras alternativas autónomas con el fin de defender nuestros bosques y selvas, proteger nuestra agua y conservar las semillas nativas; convocamos a impulsar con mayor fuerza el rescate de las medicinas tradicionales que han mostrado su eficacia ante la pandemia de Covid, las redes de comercio justo y de resistencia civil y de técnicas de energía alternativa, además de la agroecología y los cultivos de traspatio y de azotea; y a seguir creando e impulsando nuestros proyectos de comunicación incluyendo a las radios comunitarias”.