Jaime GUERRERO
En octubre, la ruta de la colonia Álamos en la agencia de Montoya hacia la Quinta Etapa en El Rosario, contarán con transporte público para el desplazamiento exclusivo de las mujeres y sus hijas e hijos menores de 12 años de edad, como parte de un proyecto piloto que busca evitar que este sector de la población sea víctima de acoso sexual y otros delitos por razón de género.
En esta iniciativa estarían involucradas la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca (SMO), Fiscalía General de Justicia de Oaxaca (FGJO), Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), además de las autoridades municipales de Santa Lucía del Camino y Oaxaca de Juárez.
Serán dos unidades las destinadas para tal fin, en las cuales también viajarán auxiliares de seguridad. De manera preliminar estarían operando de las 06:00 a las 10:00 horas, lapso de mayor afluencia debido a los traslados a centros de trabajos y escuelas, mientras que por la tarde noche serìa de las 19:00 a las 21:00 horas, detalló Francisco Madrazo, Jefe de la Uniad de Registro y Control.
De acuerdo con los resultados del vigésimo levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el INEGI durante la primera quincena de junio de 2018, después del cajero automático localizado en vía pública, el transporte público es el lugar en donde existe una mayor percepción de inseguridad para las mujeres con un 75.5 por ciento.
Miradas penetrantes, roces, comentarios con contenido sexual o gestos obscenos, son sólo algunas de las situaciones que en algún momento las mujeres han tenido que enfrentar como usuarias de este servicio. En otros casos, la violencia en el transporte público ha llegado a ser aún mayor pues hay casos de mujeres que a abordar taxis, fueron violadas e incluso asesinadas por los conductores.
En el país, el transporte exclusivo para mujeres se implementó por primera vez en el 2000 en los dos primeros vagones del metro del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, medida que se hizo necesaria ante los constantes ataques de tipo sexual contra las usuarias.
La agudización de la violencia de género llevó a extender esta política hacia otras entidades, por ejemplo en el Estado de México con los autobuses rosas, manejados por mujeres debido a que se detectó que conductores de las unidades llegaban a desviarse de la ruta para cometer violación contra las usuarias.