Jaime GUERRERO
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca abrió tres líneas de investigación en el brutal linchamiento y calcinación de cinco personas, entre ellas una mujer, ocurrido en la comunidad de Santa María Texcaltitlán, en la Sierra de Flores Magón.
Una de las hipótesis principales apunta a cobros ilegales del esquema “gota a gota”, aunque no se descartan robos ni conflictos agrarios en la zona.
El fiscal de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, relató los hechos durante una conferencia de prensa este miércoles.
De acuerdo con las indagatorias preliminares, el martes 30 de septiembre se recibió una denuncia por la desaparición de las cinco víctimas en ese municipio.
“Realizamos un proceso de búsqueda esa misma tarde, junto con la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública. Localizamos, por la tarde, un vehículo calcinado cerca de ese municipio y, desafortunadamente, al lado había restos humanos”, detalló el funcionario.
Los peritos forenses trabajan en la identificación de los restos mediante estudios de ADN, un proceso que podría tardar días. Rodríguez Alamilla recordó que, un día antes —el lunes 29 de septiembre—, se reportó la retención de las cinco personas por parte de pobladores, presuntamente porque intentaban “extorsionar” a una mujer de la comunidad.
“Se tuvo comunicación con las autoridades municipales, quienes señalaron que, en el transcurso de la tarde, las cinco personas habían sido liberadas”, precisó.
No obstante, el hallazgo del vehículo incendiado al día siguiente desmintió esa versión y desató la movilización de las autoridades.
Las tres líneas de investigación establecidas por la Fiscalía son: primero, posibles cobros ilegales bajo el esquema “gota a gota”, un método de usura que consiste en préstamos informales con intereses exorbitantes; segundo, un posible robo al interior del municipio; y tercero, un conflicto agrario, común en esta región rural donde persisten disputas por tierras.
“Tendremos avances en las investigaciones de personas que participaron de manera importante en el evento, pero por la propia secrecía no puedo dar más detalles”, afirmó el fiscal, quien enfatizó que las bandas responsables de estos cobros son locales.
“En esta zona no se ha tenido antecedente de un caso similar, ya que estas bandas operan principalmente en municipios con mayor densidad poblacional, como Ocotlán, Zimatlán y otros”, agregó.
En contraste, señaló que en la región del Istmo de Tehuantepec se ha detectado presencia de grupos extranjeros, como venezolanos y colombianos, pero en la Sierra de Flores Magón los implicados son “particularmente locales”.
Rodríguez Alamilla reiteró el compromiso de la Fiscalía para esclarecer el crimen: “Este caso no quedará impune”.
La zona, marcada por su aislamiento y tensiones sociales, ha sido escenario de crecientes alertas por la infiltración de prácticas delictivas en comunidades indígenas y campesinas, lo que ha impulsado operativos conjuntos entre autoridades estatales y federales para prevenir futuros incidentes.
Las investigaciones continúan, y se espera que los resultados del ADN aporten claridad sobre la identidad de las víctimas y los móviles exactos del ataque.