Redacción El Piñero | Corresponsalía
Puebla.- En un lapso de menos de 12 horas, el presidente municipal de Cuyoaco, Iván Camacho Romero del PRI, fue captado en dos situaciones distintas protagonizando actos de confrontación y actitud autoritaria, generando una ola de reacciones en redes sociales y cuestionamientos sobre su conducta como servidor público.
El primero de los episodios ocurrió la mañana del 28 de julio, al interior de una tienda departamental de alta gama ubicada en el centro comercial Angelópolis, en la ciudad de Puebla; en el video, ampliamente difundido en plataformas digitales, se observa al edil acompañado por su pareja y escoltas, en una acalorada discusión con empleados del lugar.
Aunque la grabación carece de audio, usuarios interpretaron su lenguaje corporal y gesticulaciones como intimidantes, y criticaron lo que consideraron un comportamiento autoritario ante una queja por un artículo presuntamente defectuoso.
Horas más tarde, durante la noche del mismo día, el alcalde fue nuevamente captado, esta vez en la autopista Puebla–Cuapiaxtla, donde interceptó la circulación de un autobús de la empresa ADO. De acuerdo con las imágenes grabadas por el propio conductor de la unidad, una camioneta blanca —presuntamente en la que viajaba Camacho Romero— se atravesó abruptamente en la vía para obligar al operador a detenerse.
El edil descendió del vehículo para confrontarlo por no haberle cedido el paso con anterioridad. Minutos después, su pareja sentimental y personal de seguridad también participaron en el altercado, ante la mirada atónita de los pasajeros del autobús.
Tras la viralización de ambos incidentes, el alcalde emitió un comunicado oficial a través de su cuenta de Facebook, deslindándose de las acciones de sus escoltas y subrayando que “nadie que exceda sus funciones puede ser parte de mi equipo de trabajo”. Sin embargo, el mensaje no especifica si se tomaron medidas disciplinarias concretas ni ofrece claridad sobre su propia participación en los hechos.
Hasta el momento, ninguna autoridad estatal o instancia de supervisión administrativa ha emitido una postura formal respecto al comportamiento del edil, quien continúa en funciones. Los dos episodios han renovado el debate público sobre los límites del poder municipal y la urgencia de establecer mecanismos efectivos de rendición de cuentas para figuras de autoridad.