Redacción El Piñero | Corresponsalía
Puebla.- La alarma sonó en los pasillos educativos de Puebla, 419 estudiantes de 77 escuelas en 20 municipios fueron alcanzados por los molestos síntomas del virus Coxsackie, ese visitante indeseable que parece haber encontrado terreno fértil entre mochilas, lápices y loncheras. La Secretaría de Educación Pública del Estado confirmó la cifra y aseguró que mantiene “estrictas medidas de vigilancia epidemiológica”, aunque en varios planteles la enfermedad ya corrió más rápido que los avisos oficiales.
El virus —ese travieso invisible que prefiere los patios escolares a los consultorios— provoca fiebre, ampollas en boca, manos y pies, y un malestar general que no respeta recreos ni exámenes. Los casos se esparcieron por Puebla capital, Izúcar de Matamoros, Tehuizingo, Tlachichuca, Chalchicomula de Sesma, San Andrés Cholula y una larga lista de municipios que hoy revisan, con resignación, el jabón en los lavabos y el gel antibacterial a medio uso. Las familias, entre preocupadas y cansadas, improvisan consultorios caseros mientras cruzan los dedos para que el virus no haga escala en casa.
La SEP estatal, en su tono institucional de siempre, recomendó “reforzar la higiene y mantener a los menores en casa”, como si las madres pudieran también coordinar clases virtuales, trabajo remoto y una brigada sanitaria sin descanso. Mientras tanto, en los colegios se anuncian jornadas de limpieza y desinfección, esas que suelen llegar cuando el virus ya dio la vuelta completa al pizarrón. De momento, las autoridades prometen contención, los maestros paciencia, y los alumnos… una ausencia justificada, cortesía del Coxsackie.