Redacción El Piñero | Corresponsalía
La detonación de un coche con dos cadáveres en Coronango, Puebla, fue reivindicada por la “Operativa Barredora”, un grupo vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), intensificando la preocupación por la seguridad pública en la región.
La violenta situación comenzó con una denuncia sobre un auto abandonado, que resultó tener reporte de robo. Durante el levantamiento de evidencias, se produjeron las explosiones que hirieron a una oficial de la Policía Municipal, quien fue trasladada a un hospital en estado estable.
Pocas horas después, un mensaje en redes sociales firmado por la “Operativa Barredora” amenazó a funcionarios de la Fiscalía y la Policía Estatal, atribuyendo el ataque a la entrada de Gustavo Alonso González Zapata, alias “Sauce”, en la Fiscalía de Homicidios.
El comunicado denunciaba la supuesta complicidad de autoridades locales con grupos delictivos. “Sigue la misma porquería de mandos en Puebla (…) ahora van ustedes, Fiscalía de Homicidios”, señala. Y advierten “La próxima les volamos sus oficinas”
Como respuesta al atentado, fuerzas federales, incluidos el Ejército y la Guardia Nacional, han sido desplegadas en la zona para realizar barridos de seguridad.
El incidente marca un alarmante incremento en la estrategia del crimen organizado, que ahora recurre a la violencia para intimidar a las autoridades, evidenciando los vínculos peligrosos entre el crimen y las instituciones de seguridad.