Redacción El Piñero | Corresponsalía
Puebla.- La tranquilidad de la noche en la Colonia El Mirador de la capital se vio interrumpida por un evento inesperado, un hombre de la tercera edad perdió la vida frente a la sucursal Banamex de la 24 Sur y 41 Oriente, víctima de un probable infarto. Mientras algunos vecinos se preparaban para otra ronda de rumores de inseguridad, la realidad silenciosa se adelantó y recordó que no todo peligro lleva balas.
Según quienes presenciaron el momento, el adulto mayor manejaba su vehículo cuando comenzó a sentirse mal. Con esfuerzo descendió y se apoyó en un automóvil estacionado frente al banco, como quien busca un respaldo ante la vida que se escapa. Su cuerpo cedió lentamente, mientras los transeúntes, más acostumbrados a alertas de “asalto” que a emergencias médicas, llamaban a los paramédicos que solo pudieron constatar el deceso.
En los primeros instantes, la imaginación colectiva corrió más rápido que la ambulancia: algunos aseguraban que era un robo, otros insinuaban un ataque. La Policía Municipal, tras revisar el escenario, disipó los rumores: no hubo violencia, solo un enemigo silencioso llamado corazón. Y mientras tanto, nadie se ocupó de implementar medidas inmediatas para asistir a personas en crisis de salud en lugares concurridos, demostrando que a veces la burocracia es más letal que los rumores.