➡️ Comunidades denuncian sobreexplotación hídrica y desplazamiento agrícola
Redacción | El Piñero
TEHUACÁN, PUEBLA.– Desde hace más de diez años, empresas de origen chino han instalado invernaderos a gran escala en la región de Tehuacán, generando preocupación entre las comunidades locales por el uso intensivo de agua y el impacto en la producción agrícola tradicional.
De acuerdo con información publicada por La Jornada de Oriente, actualmente operan alrededor de 15 compañías extranjeras en los municipios de Tepanco de López, Tlacotepec de Benito Juárez y Magdalena Cuayucatepec. Estas empresas controlan hasta el 40 por ciento de la actividad agrícola en dichas zonas, lo que ha modificado significativamente el panorama del campo tehuacanense.
Los invernaderos, algunos de los cuales abarcan hasta 50 hectáreas, se especializan en el cultivo de hortalizas destinadas principalmente a la exportación. Esta actividad ha desplazado a pequeños productores locales y ha intensificado la presión sobre los mantos acuíferos de la región.
Manantiales secos: El impacto ambiental
Uno de los principales señalamientos por parte de ejidatarios y habitantes es el uso desmedido del agua. En marzo de 2024, el presidente del Comisariado Ejidal de San Lorenzo Teotipilco confirmó que cinco manantiales emblemáticos —“El Caballito”, “San Agustín”, “San Lorenzo”, “San Ignacio” y “Axoxopan”— se han secado como consecuencia directa de la sobreexplotación industrial.
A pesar de las denuncias presentadas por diversas comunidades, las autoridades estatales y federales han evitado aplicar sanciones o suspender las concesiones, situación que ha encendido las alarmas en poblaciones como San Marcos Necoxtla, donde habitantes han logrado frenar la instalación de un nuevo proyecto denominado “Colorado Ecoterra”.
Una lucha en defensa del territorio
Ante la falta de respuesta institucional, organizaciones campesinas, colectivos y comisariados ejidales han comenzado a organizarse para defender sus fuentes de agua y su forma de vida. En asambleas comunitarias se ha exigido la revisión de las concesiones de agua otorgadas a empresas extranjeras, así como un plan de manejo sustentable de los recursos naturales.
El conflicto en Tehuacán visibiliza la creciente tensión entre megaproyectos agrícolas para exportación y la agricultura de subsistencia local, en un contexto donde el agua se ha convertido en un recurso cada vez más escaso y disputado.