Redacción El Piñero | Corresponsalía
Puebla.- A Salvador N. por fin le cayó el peso de la ley, tres años después de dispararle a un compañero al interior de anexo, fue sentenciado a 50 años de prisión por homicidio calificado.
El crimen ocurrió el 3 de julio de 2022 en un centro de rehabilitación sobre la carretera Cuapiaxtla–Acatlán de Osorio. Salvador, también interno, discutió con otro hombre, sacó una escopeta calibre 16 y le disparó directo, el otro interno murió en el acto.
La Fiscalía de Puebla presentó las pruebas suficientes y el Tribunal no dudó en darle medio siglo tras las rejas. Además, deberá pagar indemnización a la familia del fallecido.