Redacción El Piñero | Corresponsalía
Puebla.- La mañana de este martes arrancó con la peor de las sorpresas para la familia de Citlali “N”, una madre de 29 años, cuando la camioneta en la que llevaba a sus tres hijos a la escuela decidió que el asfalto ya no era suficiente y terminó volcada en la autopista de cuota San Antonio Virreyes-Teziutlán. Cinco personas resultaron lesionadas, incluyendo los tres pequeños y dos adultos mayores; lamentablemente la madre de familia perdió la vida.
El percance ocurrió alrededor de las 8:00 horas en el kilómetro 112+900, justo a la altura del puente de Cuautlancingo. La Toyota Tacoma color vino, con placas de Nuevo León, salió del carril principal y se desplomó sobre un camino de terracería, demostrando que incluso la tecnología de los autos tiene sus días malos. La madre fue localizada sin signos vitales por los paramédicos de Protección Civil, mientras sus pasajeros, con más susto que heridas graves, fueron trasladados al Hospital General de Teziutlán.
Según las primeras investigaciones, el combo de exceso de velocidad y falta de precaución hizo que la conductora perdiera el control, en un recordatorio brutal de que la puntualidad no justifica la imprudencia. Los servicios de emergencia llegaron con prontitud, pero ni todo el despliegue de Protección Civil, Tránsito y SEMEFO pudo evitar la tragedia; la autopista sigue sin avisos que adviertan de los riesgos de “conducir a la ligera” en ese tramo.
Tras los protocolos de rigor, el cuerpo de Citlali fue trasladado al anfiteatro de Tlatlauquitepec para la necropsia correspondiente, y la camioneta terminó su viaje en el corralón oficial, demostrando que, en ocasiones, la burocracia es lo único que no se vuelca.