Redacción | El Piñero
Querétaro.- Lo que parecía un procedimiento simple terminó en una pesadilla, una joven acudió al Hospital General Regional del IMSS en Querétaro para retirarse el DIU, era una consulta de rutina, nada que pareciera representar riesgo, pero tras negligencia médica, su vida cambió para siempre.
Poco después del procedimiento, la paciente presentó síntomas de infección que, según su testimonio, fueron minimizados por el personal médico. La situación se agravó rápidamente, sufrió tres paros cardíacos, fue declarada clínicamente muerta durante 30 minutos y permaneció en coma inducido por 11 días.
Al despertar, recibió la noticia devastadora, ambas piernas le habían sido amputadas para detener la infección, a pesar de la magnitud del daño, el IMSS le ofreció una indemnización de apenas 88 mil pesos, cada prótesis que necesita cuesta más de 230 mil.
Mientras tanto, la joven intenta reconstruir su vida colocando uñas, vendiendo dulces y exigiendo justicia. El IMSS informó que el caso está bajo investigación interna, aunque hasta ahora no se han hecho públicos resultados ni responsables.
Organizaciones y ciudadanos han comenzado a alzar la voz ante lo que consideran un abandono institucional. La pregunta que muchos se hacen es: ¿quién responde por una vida destrozada?